Pasó una larga noche y, a pesar de lo agotado que estaba, seguía cuidando de su bebé, la gema y mandando a sus diablillos a seguir buscando algún rastro de su esposo, ya fuera su cuerpo o su gema, pero quería dar con él a como diera lugar.

Como si no fueran suficientes preocupaciones, sabía que Vox no estaba en mejor situación y seguía como una colosal bestia, extendiendo la palma de su mano con la cadena, pensativo.

—No puedo devolverte a la normalidad, no hasta saber el destino de Valentino.
No quiero que vuelvas a sufrir cuando te fallé en el contrato, se suponían que debíamos salvarlos.

Suspiró con pesadez, teniendo que pensar que haría en todo ese tiempo, pues no sabía cuan largo o corto podría ser la espera.
Pasó una larga noche y, a pesar de lo agotado que estaba, seguía cuidando de su bebé, la gema y mandando a sus diablillos a seguir buscando algún rastro de su esposo, ya fuera su cuerpo o su gema, pero quería dar con él a como diera lugar. Como si no fueran suficientes preocupaciones, sabía que Vox no estaba en mejor situación y seguía como una colosal bestia, extendiendo la palma de su mano con la cadena, pensativo. —No puedo devolverte a la normalidad, no hasta saber el destino de Valentino. No quiero que vuelvas a sufrir cuando te fallé en el contrato, se suponían que debíamos salvarlos. Suspiró con pesadez, teniendo que pensar que haría en todo ese tiempo, pues no sabía cuan largo o corto podría ser la espera.
Me entristece
1
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados