𝓜𝓮 𝓱𝓪𝓬𝓮𝓼 𝓺𝓾𝓮𝓻𝓮𝓻 𝓼𝓮𝓻 𝓾𝓷 𝓱𝓸𝓶𝓫𝓻𝓮 𝓶𝓮𝓳𝓸𝓻...
❍ 𝕊𝕥𝕒𝕣𝕥𝕖𝕣
ㅤㅤ➳ 𝓙𝑒𝑠𝑠 𝓦𝑖𝑙𝑙𝑜𝑤𝑠
¿Era la persona más rastrera de todo el mundo mágico? Seguramente sí. Estaba mintiendo, engañando, actuando a espaldas de la persona que más le importaba… No sabía en qué momento había ocurrido, pero de pronto se había visto teniendo una doble vida. Tratando sostener una torre de mentiras que poco a poco se iba haciendo más grande, y que amenazaba con aplastarle si dejaba que se derrumbara.
¿Y lo peor de todo aquello? Lo peor de todo aquello era que no veía un futuro en el que Jessica pudiera llegar a perdonarle por todo lo que había hecho…. No. Por mentirle sin ningún tipo de remilgo.
Pero tampoco encontraba el valor de dejar aquella misión en la que se había metido, no encontraba el valor de decirle a Barnabas que era tan egoísta como para dar la espalda a todo aquello que el mago le había descubierto.
Marcus estaba en una encrucijada, en la primera y la más importante de su vida, y no sabía cómo solucionarlo, tan solo podia dejarse llevar, capear el temporal, de la mejor manera que sabía. Y por el momento parecía que funcionaba.
Todos aquellos pensamientos, los cuales poblaban su mente mientras sus pies seguían el ya consabido camino hacia la guarida de Barnabas, se disipan en el momento en el que el auror entra, con toda la naturalidad y la discreción que posee, en la lúgubre estancia.
En cuanto la luz del sol queda bloqueada, y sus ojos se acostumbran a la penumbra, saluda a Barnabas, el cual le estaba esperando con una suculenta taza de té, detalle que Marcus agradecía enormemente.
Ambos magos habían encontrado un método realmente útil para acordar la hora y el día de sus encuentros.
Marcus volvía encontrarse en aquel sofá en el que se había sentado aquella primera vez, disfrutando del suave y claro sonido de las cucharillas contra la porcelana de las tazas, y de aquellos primeros y últimos momentos de silencio antes de que ambos se metieran de lleno en el tema que les atañía.
— Sabía que no me equivocaba contigo Byrne…
— No conseguí salvar a todos, hubo muchos niños para los que mi llegada fue demasiado tardía… Y estoy convencido que para ellos, esto no ha sido un golpe crítico, tan solo un traspié, un pequeño inconveniente en sus planes…
Y hablando de los demás niños… Todo ese poder debe estar contenido en algún lado, y te aseguro que no estaba allí. Privándoles si podríamos marcar la diferencia. ¿Tienes idea de donde pueden tenerlo escondido?
ㅤㅤ➳ 𝓙𝑒𝑠𝑠 𝓦𝑖𝑙𝑙𝑜𝑤𝑠
¿Era la persona más rastrera de todo el mundo mágico? Seguramente sí. Estaba mintiendo, engañando, actuando a espaldas de la persona que más le importaba… No sabía en qué momento había ocurrido, pero de pronto se había visto teniendo una doble vida. Tratando sostener una torre de mentiras que poco a poco se iba haciendo más grande, y que amenazaba con aplastarle si dejaba que se derrumbara.
¿Y lo peor de todo aquello? Lo peor de todo aquello era que no veía un futuro en el que Jessica pudiera llegar a perdonarle por todo lo que había hecho…. No. Por mentirle sin ningún tipo de remilgo.
Pero tampoco encontraba el valor de dejar aquella misión en la que se había metido, no encontraba el valor de decirle a Barnabas que era tan egoísta como para dar la espalda a todo aquello que el mago le había descubierto.
Marcus estaba en una encrucijada, en la primera y la más importante de su vida, y no sabía cómo solucionarlo, tan solo podia dejarse llevar, capear el temporal, de la mejor manera que sabía. Y por el momento parecía que funcionaba.
Todos aquellos pensamientos, los cuales poblaban su mente mientras sus pies seguían el ya consabido camino hacia la guarida de Barnabas, se disipan en el momento en el que el auror entra, con toda la naturalidad y la discreción que posee, en la lúgubre estancia.
En cuanto la luz del sol queda bloqueada, y sus ojos se acostumbran a la penumbra, saluda a Barnabas, el cual le estaba esperando con una suculenta taza de té, detalle que Marcus agradecía enormemente.
Ambos magos habían encontrado un método realmente útil para acordar la hora y el día de sus encuentros.
Marcus volvía encontrarse en aquel sofá en el que se había sentado aquella primera vez, disfrutando del suave y claro sonido de las cucharillas contra la porcelana de las tazas, y de aquellos primeros y últimos momentos de silencio antes de que ambos se metieran de lleno en el tema que les atañía.
— Sabía que no me equivocaba contigo Byrne…
— No conseguí salvar a todos, hubo muchos niños para los que mi llegada fue demasiado tardía… Y estoy convencido que para ellos, esto no ha sido un golpe crítico, tan solo un traspié, un pequeño inconveniente en sus planes…
Y hablando de los demás niños… Todo ese poder debe estar contenido en algún lado, y te aseguro que no estaba allí. Privándoles si podríamos marcar la diferencia. ¿Tienes idea de donde pueden tenerlo escondido?
❍ 𝕊𝕥𝕒𝕣𝕥𝕖𝕣
ㅤㅤ➳ [FighterAuror]
¿Era la persona más rastrera de todo el mundo mágico? Seguramente sí. Estaba mintiendo, engañando, actuando a espaldas de la persona que más le importaba… No sabía en qué momento había ocurrido, pero de pronto se había visto teniendo una doble vida. Tratando sostener una torre de mentiras que poco a poco se iba haciendo más grande, y que amenazaba con aplastarle si dejaba que se derrumbara.
¿Y lo peor de todo aquello? Lo peor de todo aquello era que no veía un futuro en el que Jessica pudiera llegar a perdonarle por todo lo que había hecho…. No. Por mentirle sin ningún tipo de remilgo.
Pero tampoco encontraba el valor de dejar aquella misión en la que se había metido, no encontraba el valor de decirle a Barnabas que era tan egoísta como para dar la espalda a todo aquello que el mago le había descubierto.
Marcus estaba en una encrucijada, en la primera y la más importante de su vida, y no sabía cómo solucionarlo, tan solo podia dejarse llevar, capear el temporal, de la mejor manera que sabía. Y por el momento parecía que funcionaba.
Todos aquellos pensamientos, los cuales poblaban su mente mientras sus pies seguían el ya consabido camino hacia la guarida de Barnabas, se disipan en el momento en el que el auror entra, con toda la naturalidad y la discreción que posee, en la lúgubre estancia.
En cuanto la luz del sol queda bloqueada, y sus ojos se acostumbran a la penumbra, saluda a Barnabas, el cual le estaba esperando con una suculenta taza de té, detalle que Marcus agradecía enormemente.
Ambos magos habían encontrado un método realmente útil para acordar la hora y el día de sus encuentros.
Marcus volvía encontrarse en aquel sofá en el que se había sentado aquella primera vez, disfrutando del suave y claro sonido de las cucharillas contra la porcelana de las tazas, y de aquellos primeros y últimos momentos de silencio antes de que ambos se metieran de lleno en el tema que les atañía.
— Sabía que no me equivocaba contigo Byrne…
— No conseguí salvar a todos, hubo muchos niños para los que mi llegada fue demasiado tardía… Y estoy convencido que para ellos, esto no ha sido un golpe crítico, tan solo un traspié, un pequeño inconveniente en sus planes…
Y hablando de los demás niños… Todo ese poder debe estar contenido en algún lado, y te aseguro que no estaba allí. Privándoles si podríamos marcar la diferencia. ¿Tienes idea de donde pueden tenerlo escondido?
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Grupal
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