𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝: "𝔼𝕝 𝕧𝕚𝕒𝕛𝕖" 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝
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Ella se acercó lentamente al dragón, lo que provocó que este comenzara a gruñir. Agatha lo comprendía: estaba herido. A dos metros de su cabeza, el dragón abrió su boca, su interior brillando, listo para exhalar fuego. Agatha permaneció estoica, aceptando lo que sucedía... pero, misteriosamente, una marca apareció en su frente sin que ella se diera cuenta. La marca le habló al dragón, calmándolo y haciendo que se acostara nuevamente.

-¿Se acostó? ¿Por qué?... —murmuró Agatha.

Intrigada por el comportamiento del dragón, no se había percatado de la marca en su frente, que desapareció en segundos. Una vez cerca del dragón, Agatha comenzó a curar la herida en su pierna, tarareando una dulce canción que la criatura podía escuchar, lo que la calmó.

Le costó media hora curar por completo la herida, pero lo logró. Luego, se dirigió hacia la cabeza del dragón y extendió su mano para tocarlo. Sin embargo, un sonido extraño los puso en alerta a ambos.

Cazadores furtivos aparecieron en la escena, y no eran pocos; probablemente ellos habían herido al animal en primer lugar.

-Aquí está la dragona... y viene acompañada de una puta. Además de comida, nos vamos a divertir —manifestó el repugnante cazador.

Pero gracias a ese asqueroso comentario, Agatha supo que el dragón era una hembra joven, las cuales se venden a un alto precio en el mercado negro.

No tuvo tiempo de responder, pues la dragona se levantó y comenzó a asesinar a cualquier cazador que veía. Agatha no iba a quedarse sin hacer nada. Tomó una espada de uno de los caídos y comenzó a masacrar a aquellos malditos.

Había pasado un tiempo desde que la batalla comenzó, pero los cazadores no dejaban de llegar. No importaba si los quemaban o degollaban; simplemente seguían viniendo.

-¡Amiga mía, debemos irnos! —exclamó Agatha.

La dragona no dudó y colocó a la mujer en su espalda, alzando el vuelo sobre el bosque. Agatha, por su parte, manifestó una especie de soga para poder sostenerse y no caer.Había terminado.

Agatha tenía el control, con la oportunidad de regresar a su hogar junto a su nueva compañera. Con una sonrisa en su rostro, ella había ganado más de lo que esperaba ese día.
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𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝: "𝔼𝕝 𝕧𝕚𝕒𝕛𝕖" 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝 <×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×> Ella se acercó lentamente al dragón, lo que provocó que este comenzara a gruñir. Agatha lo comprendía: estaba herido. A dos metros de su cabeza, el dragón abrió su boca, su interior brillando, listo para exhalar fuego. Agatha permaneció estoica, aceptando lo que sucedía... pero, misteriosamente, una marca apareció en su frente sin que ella se diera cuenta. La marca le habló al dragón, calmándolo y haciendo que se acostara nuevamente. -¿Se acostó? ¿Por qué?... —murmuró Agatha. Intrigada por el comportamiento del dragón, no se había percatado de la marca en su frente, que desapareció en segundos. Una vez cerca del dragón, Agatha comenzó a curar la herida en su pierna, tarareando una dulce canción que la criatura podía escuchar, lo que la calmó. Le costó media hora curar por completo la herida, pero lo logró. Luego, se dirigió hacia la cabeza del dragón y extendió su mano para tocarlo. Sin embargo, un sonido extraño los puso en alerta a ambos. Cazadores furtivos aparecieron en la escena, y no eran pocos; probablemente ellos habían herido al animal en primer lugar. -Aquí está la dragona... y viene acompañada de una puta. Además de comida, nos vamos a divertir —manifestó el repugnante cazador. Pero gracias a ese asqueroso comentario, Agatha supo que el dragón era una hembra joven, las cuales se venden a un alto precio en el mercado negro. No tuvo tiempo de responder, pues la dragona se levantó y comenzó a asesinar a cualquier cazador que veía. Agatha no iba a quedarse sin hacer nada. Tomó una espada de uno de los caídos y comenzó a masacrar a aquellos malditos. Había pasado un tiempo desde que la batalla comenzó, pero los cazadores no dejaban de llegar. No importaba si los quemaban o degollaban; simplemente seguían viniendo. -¡Amiga mía, debemos irnos! —exclamó Agatha. La dragona no dudó y colocó a la mujer en su espalda, alzando el vuelo sobre el bosque. Agatha, por su parte, manifestó una especie de soga para poder sostenerse y no caer.Había terminado. Agatha tenía el control, con la oportunidad de regresar a su hogar junto a su nueva compañera. Con una sonrisa en su rostro, ella había ganado más de lo que esperaba ese día. <×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>
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