𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝: "𝔼𝕝 𝕧𝕚𝕒𝕛𝕖" ℙ𝕥.5
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Sucia y mojada, Agatha se encontraba a las afueras del bosque de abedules rojos, rodeada por la vegetación verde. Aunque el baño en el estanque la había dejado desorientada, el curso de agua frente a ella la ayudó a orientarse.
Cansada de caminar, se acercó a la orilla del arroyo para lavar su rostro. Sin embargo, un encuentro inesperado la hizo caer al suelo: un dragón de escamas blancas estaba bebiendo agua del otro lado. Agatha quedó quieta, sin saber cómo iba a reaccionar la criatura.
No habían pasado cinco segundos cuando el dragón notó su presencia, pero solo la miró antes de huir del lugar. Agatha, confundida, pensó que tal vez era un dragón joven, pero en ese momento vio una oportunidad para regresar a su hogar. Decidida, cruzó el arroyo en busca del dragón.
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Sucia y mojada, Agatha se encontraba a las afueras del bosque de abedules rojos, rodeada por la vegetación verde. Aunque el baño en el estanque la había dejado desorientada, el curso de agua frente a ella la ayudó a orientarse.
Cansada de caminar, se acercó a la orilla del arroyo para lavar su rostro. Sin embargo, un encuentro inesperado la hizo caer al suelo: un dragón de escamas blancas estaba bebiendo agua del otro lado. Agatha quedó quieta, sin saber cómo iba a reaccionar la criatura.
No habían pasado cinco segundos cuando el dragón notó su presencia, pero solo la miró antes de huir del lugar. Agatha, confundida, pensó que tal vez era un dragón joven, pero en ese momento vio una oportunidad para regresar a su hogar. Decidida, cruzó el arroyo en busca del dragón.
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Sucia y mojada, Agatha se encontraba a las afueras del bosque de abedules rojos, rodeada por la vegetación verde. Aunque el baño en el estanque la había dejado desorientada, el curso de agua frente a ella la ayudó a orientarse.
Cansada de caminar, se acercó a la orilla del arroyo para lavar su rostro. Sin embargo, un encuentro inesperado la hizo caer al suelo: un dragón de escamas blancas estaba bebiendo agua del otro lado. Agatha quedó quieta, sin saber cómo iba a reaccionar la criatura.
No habían pasado cinco segundos cuando el dragón notó su presencia, pero solo la miró antes de huir del lugar. Agatha, confundida, pensó que tal vez era un dragón joven, pero en ese momento vio una oportunidad para regresar a su hogar. Decidida, cruzó el arroyo en busca del dragón.
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