Archibald ya se encontraba en las afueras de la gran biblioteca con su premio. Lo único que le faltaba era volar para contactar con una vieja conocida.

Se detuvo sobre unas ruinas de una extraña estructura y, de manera bastante llamativa, silbó para llamar a su montura.

En los primeros minutos, esta no apareció, pero no tardó más de cinco minutos en que la hermosa y gigantesca criatura de escamas doradas se mostrara frente al barón, lista para su siguiente travesía.
Archibald ya se encontraba en las afueras de la gran biblioteca con su premio. Lo único que le faltaba era volar para contactar con una vieja conocida. Se detuvo sobre unas ruinas de una extraña estructura y, de manera bastante llamativa, silbó para llamar a su montura. En los primeros minutos, esta no apareció, pero no tardó más de cinco minutos en que la hermosa y gigantesca criatura de escamas doradas se mostrara frente al barón, lista para su siguiente travesía.
Me encocora
Me gusta
3
0 turnos 0 maullidos 374 vistas
Patrocinados
Patrocinados