Aunque invisible para muchos ojos, excepto para aquel cuya lengua temeraria es capaz de exprimir contra su paladar el fruto de la alegría, y cuya alma, tras beber la tristeza de su poderío, será colgada entre sus vastos trofeos sombríos.
Aunque invisible para muchos ojos, excepto para aquel cuya lengua temeraria es capaz de exprimir contra su paladar el fruto de la alegría, y cuya alma, tras beber la tristeza de su poderío, será colgada entre sus vastos trofeos sombríos.