Prologo: Primer encuentro (Hace 8 años).
|| Rol con Alexa Selene
La taberna estaba animada esa noche, como siempre. La luz cálida de las antorchas parpadeaba en las paredes de piedra, y el olor a comida recién hecha llenaba el aire. La madera crujía bajo los pies de los parroquianos que reían y bebían, ajenos al mundo exterior. En una esquina, un joven caballero, Rian de Astora, trataba de relajarse tras un largo viaje.
Rian, apenas un caballero de 17 años, llevaba una armadura que aún no se sentía completamente cómoda sobre sus hombros. Sus ojos, llenos de determinación pero con un toque de inexperiencia, observaban la sala con curiosidad. Mientras tomaba un sorbo de su jarra de cerveza, algo poco comun para un joven, su atención se desvió hacia un grupo de matones de procedencia desconocida, los cuales habian entrado directamente a la taberna a intimidar a un viejo vendedor en la barra.
El hombre mayor parecía aterrado, y los matones, con actitud amenazante, lo agarraban de la camisa, mientras lo golpeaban y exigían dinero. La situación era evidente y no dejaba lugar a dudas sobre la injusticia que estaba ocurriendo.
El castaño miró a su alrededor, esperando a que alguien hiciera algo, pero nadie fue a su auxilio era como si fuese una escena normal en el lugar. Rian sintió una oleada de indignación. No podía permitir que alguien sufriera una injusticia delante de él sin actuar. Con una mezcla de valentía y nerviosismo, se levantó y se dirigió hacia la barra con sus manos empuñadas y temblorosas.
La taberna estaba animada esa noche, como siempre. La luz cálida de las antorchas parpadeaba en las paredes de piedra, y el olor a comida recién hecha llenaba el aire. La madera crujía bajo los pies de los parroquianos que reían y bebían, ajenos al mundo exterior. En una esquina, un joven caballero, Rian de Astora, trataba de relajarse tras un largo viaje.
Rian, apenas un caballero de 17 años, llevaba una armadura que aún no se sentía completamente cómoda sobre sus hombros. Sus ojos, llenos de determinación pero con un toque de inexperiencia, observaban la sala con curiosidad. Mientras tomaba un sorbo de su jarra de cerveza, algo poco comun para un joven, su atención se desvió hacia un grupo de matones de procedencia desconocida, los cuales habian entrado directamente a la taberna a intimidar a un viejo vendedor en la barra.
El hombre mayor parecía aterrado, y los matones, con actitud amenazante, lo agarraban de la camisa, mientras lo golpeaban y exigían dinero. La situación era evidente y no dejaba lugar a dudas sobre la injusticia que estaba ocurriendo.
El castaño miró a su alrededor, esperando a que alguien hiciera algo, pero nadie fue a su auxilio era como si fuese una escena normal en el lugar. Rian sintió una oleada de indignación. No podía permitir que alguien sufriera una injusticia delante de él sin actuar. Con una mezcla de valentía y nerviosismo, se levantó y se dirigió hacia la barra con sus manos empuñadas y temblorosas.
|| Rol con [alexbl]
La taberna estaba animada esa noche, como siempre. La luz cálida de las antorchas parpadeaba en las paredes de piedra, y el olor a comida recién hecha llenaba el aire. La madera crujía bajo los pies de los parroquianos que reían y bebían, ajenos al mundo exterior. En una esquina, un joven caballero, Rian de Astora, trataba de relajarse tras un largo viaje.
Rian, apenas un caballero de 17 años, llevaba una armadura que aún no se sentía completamente cómoda sobre sus hombros. Sus ojos, llenos de determinación pero con un toque de inexperiencia, observaban la sala con curiosidad. Mientras tomaba un sorbo de su jarra de cerveza, algo poco comun para un joven, su atención se desvió hacia un grupo de matones de procedencia desconocida, los cuales habian entrado directamente a la taberna a intimidar a un viejo vendedor en la barra.
El hombre mayor parecía aterrado, y los matones, con actitud amenazante, lo agarraban de la camisa, mientras lo golpeaban y exigían dinero. La situación era evidente y no dejaba lugar a dudas sobre la injusticia que estaba ocurriendo.
El castaño miró a su alrededor, esperando a que alguien hiciera algo, pero nadie fue a su auxilio era como si fuese una escena normal en el lugar. Rian sintió una oleada de indignación. No podía permitir que alguien sufriera una injusticia delante de él sin actuar. Con una mezcla de valentía y nerviosismo, se levantó y se dirigió hacia la barra con sus manos empuñadas y temblorosas.
Tipo
Grupal
Líneas
6
Estado
Disponible