Aquella tarde tuvo una reunion con el concejo de sabios, pues por fin definieron que día seria su gran juicio por la traición a sus ordenes. Sus padres, así como su pequeño hermano estaban presentes para la ultima toma de confesiones de Alexandra.

Ella molesta por la necedad del montón de ancianos respondía altaneramente, sin perder lo grácil y refinado

- No son mas que un montón de hombres que se resisten a aceptar que una chica descubrió los planes de la familia Moonlight antes que ustedes.

Estaba harta de pelear su inocencia, aunque merecía el juicio de la luna oscura por los innumerables crímenes que cometió en el tiempo que estuvo lejos de la aldea, no permitiría que un montón de hombres, que ni siquiera habían leído las profecías de su madre celestial, le dijeran que era lo que un hijo de la luna debía hacer.

Grito con fuerza sus palabras y la decepción en sus ojos al recordar su pasado.

-Yo jamás trabaje con Ian, no mentiré, un tiempo lo ame.

Su voz se quebró conforme siguió hablando. Recordar el tiempo en el que creía en el amor puro entre dos hijos de la luna le rompía el corazón.

-Fue mi mundo cuando todo se derrumbo en el mío, pero solo era una trampa y aquí frente a ustedes les diré...

Sus ojos se iluminaron con furia en un brillante azul.

-Que lo debí matar cuando tuve oportunidad.