— Aquí en Kabukichō se guarda silencio sobre todo lo que se ve.

¿El hombre calvo que está fumando fuera del pachinko? Un sicario.
¿La chica de las taquillas del centro de cambio? Informante.
¿El indigente recolectando latas en el callejón de la vuelta? Míralo bien. Le faltan dos dedos. ¿Sabes qué significa eso?

Aquí todo puede volverse turbio cuando abres los ojos de más. Disfruta, pero no te metas en problemas.

Porque te está(mos)n observando. —
— Aquí en Kabukichō se guarda silencio sobre todo lo que se ve. ¿El hombre calvo que está fumando fuera del pachinko? Un sicario. ¿La chica de las taquillas del centro de cambio? Informante. ¿El indigente recolectando latas en el callejón de la vuelta? Míralo bien. Le faltan dos dedos. ¿Sabes qué significa eso? Aquí todo puede volverse turbio cuando abres los ojos de más. Disfruta, pero no te metas en problemas. Porque te está(mos)n observando. —
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