* Con un suspiro, se aparta un mechón de cabello rubio de la cara y lo asegura detrás de la oreja. *
— Bueno, parece que es hora de lavar estos trastes. No puedo permitir que la cocina se vea como un desastre, incluso después de una comida increíble.
* Se acerca al fregadero y enciende el agua caliente, esperando a que alcance la temperatura perfecta antes de sumergir los vasos sucios en el agua jabonosa. *
— Debe hacerse con elegancia, incluso las tareas más mundanas. No puedo permitir que se manche esta camisa; es mi favorita, después de todo.
* Mientras comienza a lavar los vasos con una esponja, se da cuenta de que las mangas de su camisa blanca podrían mojarse. Con agilidad, utiliza los dientes para sujetar las mangas y las remanga, asegurándose de que no se mojen. *
* Con las mangas remangadas, sigue frotando cuidadosamente cada vaso, asegurándose de que queden relucientes. Sus movimientos son precisos y elegantes, tal como se espera de alguien de su calibre. A pesar de la tarea tediosa, mantiene una sonrisa relajada y un aire de sofisticación. *
— Bueno, parece que es hora de lavar estos trastes. No puedo permitir que la cocina se vea como un desastre, incluso después de una comida increíble.
* Se acerca al fregadero y enciende el agua caliente, esperando a que alcance la temperatura perfecta antes de sumergir los vasos sucios en el agua jabonosa. *
— Debe hacerse con elegancia, incluso las tareas más mundanas. No puedo permitir que se manche esta camisa; es mi favorita, después de todo.
* Mientras comienza a lavar los vasos con una esponja, se da cuenta de que las mangas de su camisa blanca podrían mojarse. Con agilidad, utiliza los dientes para sujetar las mangas y las remanga, asegurándose de que no se mojen. *
* Con las mangas remangadas, sigue frotando cuidadosamente cada vaso, asegurándose de que queden relucientes. Sus movimientos son precisos y elegantes, tal como se espera de alguien de su calibre. A pesar de la tarea tediosa, mantiene una sonrisa relajada y un aire de sofisticación. *
* Con un suspiro, se aparta un mechón de cabello rubio de la cara y lo asegura detrás de la oreja. *
— Bueno, parece que es hora de lavar estos trastes. No puedo permitir que la cocina se vea como un desastre, incluso después de una comida increíble.
* Se acerca al fregadero y enciende el agua caliente, esperando a que alcance la temperatura perfecta antes de sumergir los vasos sucios en el agua jabonosa. *
— Debe hacerse con elegancia, incluso las tareas más mundanas. No puedo permitir que se manche esta camisa; es mi favorita, después de todo.
* Mientras comienza a lavar los vasos con una esponja, se da cuenta de que las mangas de su camisa blanca podrían mojarse. Con agilidad, utiliza los dientes para sujetar las mangas y las remanga, asegurándose de que no se mojen. *
* Con las mangas remangadas, sigue frotando cuidadosamente cada vaso, asegurándose de que queden relucientes. Sus movimientos son precisos y elegantes, tal como se espera de alguien de su calibre. A pesar de la tarea tediosa, mantiene una sonrisa relajada y un aire de sofisticación. *