Esa noche su madre brillaba grande en el cielo, iluminando todo a su alcance. Se sintió relajada y poderosa a partes iguales.
Tras años sin sus dones libres, era la primera ves que en verdad sentía todo lo que le habían contado que era ser un elegido y a decir verdad no estaba anda mal.
Sus ojos brillaban en un fuerte azul y los tatuajes en su cuerpo se hicieron presentes.
Podría acabar con cualquier espíritu oscuro esa noche, pero ninguno se atrevía a salir con la luna llena, pues sabia que los hijos de la luna eran intocables esas noches.
Justo como ella esa noche, se sentía incontrolable y letal esa noche.
Tras años sin sus dones libres, era la primera ves que en verdad sentía todo lo que le habían contado que era ser un elegido y a decir verdad no estaba anda mal.
Sus ojos brillaban en un fuerte azul y los tatuajes en su cuerpo se hicieron presentes.
Podría acabar con cualquier espíritu oscuro esa noche, pero ninguno se atrevía a salir con la luna llena, pues sabia que los hijos de la luna eran intocables esas noches.
Justo como ella esa noche, se sentía incontrolable y letal esa noche.
Esa noche su madre brillaba grande en el cielo, iluminando todo a su alcance. Se sintió relajada y poderosa a partes iguales.
Tras años sin sus dones libres, era la primera ves que en verdad sentía todo lo que le habían contado que era ser un elegido y a decir verdad no estaba anda mal.
Sus ojos brillaban en un fuerte azul y los tatuajes en su cuerpo se hicieron presentes.
Podría acabar con cualquier espíritu oscuro esa noche, pero ninguno se atrevía a salir con la luna llena, pues sabia que los hijos de la luna eran intocables esas noches.
Justo como ella esa noche, se sentía incontrolable y letal esa noche.