Siendo una noche calma, la luna asomando en el cielo dejando caer su luz en la ciudad, podía verse una mínima cantidad de personas transitar en las zonas de barrios bajos, algunos notablemente perturbados, otros con miradas escrutando a posibles víctimas, un robo, un asalto, un secuestro, en la zona era normal ver esas actividades

En uno de los callejones se podía ver un grupo de personas en el suelo, golpeados, desmayados, con algunas heridas incluso, sangre saliendo de diversas heridas que algunos tenían, como sin algo sumamente filoso los hubiese atacado, en la cercanía podía verse a Alexander, ropas de cuero y algunos mechones de tonos azulados de su reciente tintada, una sonrisa desafiante, vestigios de posesividad notable en sus gestos, frente a él una joven de cabellos rojos, en otra vida fue su protegida y en esta la miraba como su propiedad, celoso, posesivo, dominante, antes de ver hacia los alrededores la había sujetado del brazo para impedirla actuar

— Debes controlar mejor ese lado sanguinario tuyo mi pequeña.....

La voz era amable, pero podía notarse un vestigio de reproche, un suspiro saliendo de los labios algo secos del hombre antes de acariciar su mejilla para acercarla a él depositando un corto beso en los impropios, seguido a ello se acercó a su oído para susurrar suavemente

— No me molesta que destroces a esos pecadores... me molesta lo hagas a mis espaldas.... recuerda... eres mía...

Con aquellas palabras se apartó dejando una mordida suave en el cuello de la chica, un gesto posesivo que tenía hacia la chica.

Maiko Kimura
Siendo una noche calma, la luna asomando en el cielo dejando caer su luz en la ciudad, podía verse una mínima cantidad de personas transitar en las zonas de barrios bajos, algunos notablemente perturbados, otros con miradas escrutando a posibles víctimas, un robo, un asalto, un secuestro, en la zona era normal ver esas actividades En uno de los callejones se podía ver un grupo de personas en el suelo, golpeados, desmayados, con algunas heridas incluso, sangre saliendo de diversas heridas que algunos tenían, como sin algo sumamente filoso los hubiese atacado, en la cercanía podía verse a Alexander, ropas de cuero y algunos mechones de tonos azulados de su reciente tintada, una sonrisa desafiante, vestigios de posesividad notable en sus gestos, frente a él una joven de cabellos rojos, en otra vida fue su protegida y en esta la miraba como su propiedad, celoso, posesivo, dominante, antes de ver hacia los alrededores la había sujetado del brazo para impedirla actuar — Debes controlar mejor ese lado sanguinario tuyo mi pequeña..... La voz era amable, pero podía notarse un vestigio de reproche, un suspiro saliendo de los labios algo secos del hombre antes de acariciar su mejilla para acercarla a él depositando un corto beso en los impropios, seguido a ello se acercó a su oído para susurrar suavemente — No me molesta que destroces a esos pecadores... me molesta lo hagas a mis espaldas.... recuerda... eres mía... Con aquellas palabras se apartó dejando una mordida suave en el cuello de la chica, un gesto posesivo que tenía hacia la chica. [Maiko_Kimura]
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