Alessandro no era conocido solamente por su particular sentido (y muy retorcido) del humor. Sino también por su habilidad para disfrazarse; muchos tomaban el maquillaje como una estupidez, pero el chino había logrado perfeccionar la técnica al punto de poderse cubrir la cicatriz que tenía en el rostro.
Esto no era sólo estética, aunque admitía caminar más cómodo sin que se le quedarán viendo, sino porque era más fácil hacer identificaciones falsas y poder usarlas a beneficio propio.
Esto no era sólo estética, aunque admitía caminar más cómodo sin que se le quedarán viendo, sino porque era más fácil hacer identificaciones falsas y poder usarlas a beneficio propio.
Alessandro no era conocido solamente por su particular sentido (y muy retorcido) del humor. Sino también por su habilidad para disfrazarse; muchos tomaban el maquillaje como una estupidez, pero el chino había logrado perfeccionar la técnica al punto de poderse cubrir la cicatriz que tenía en el rostro.
Esto no era sólo estética, aunque admitía caminar más cómodo sin que se le quedarán viendo, sino porque era más fácil hacer identificaciones falsas y poder usarlas a beneficio propio.