Tras algunas horas, finalmente había terminado de preparar todo junto a sus sirvientes, suspirando y encogiéndose de hombros mientras tomaba asiento, de nuevo con el dolor de cadera y espalda por el peso extra. —Un ángel no puede nacer en un entorno corrupto... Pero esto bastará, no necesitaré de ir a la tierra o al cielo para tenerte. Y es que no era opción. En la tierra no tendría la compañía que necesitaba, estaría totalmente solo con apenas una fracción de poder y las cosas podrían salir mal. En el cielo, peor aún quizá... Tenía prohibida la entrada y parir ante las puertas doradas no era la mejor opción tampoco. Sumado a ello, un pequeño detalle que quizá olvidó mencionarle a su esposo antes de concebir, claro que mucho no podría hacer y, al tener un ángel, debería volver a ser un ángel también, por lo menos durante el último periodo de embarazo, complicando más las cosas para tener un parto seguro. —Todo irá bien... Estaremos bien, brotecito... #HazbinHotel