Salir a caminar después de una tormenta era una de las actividades que encabezaba la lista de "cosas favoritas".

Las calles frescas, casi vacías y esa sensación de paz luego de la tempestad... Lexie encontraba inspiración en esos momentos.
Salir, caminar y disfrutar de la soledad quien la acompañaba desde hacia media vida. No la padecía, la veía como una vieja amiga en realidad.

Abrochó muy bien sus botas, (el unico calzado que le infundía seguridad para caminar sobre el traicionero asfalto húmedo) se colocó su gabardina, luego atravesó la correa de su bolso por su torso y dejó atrás el hotel donde se hospedaba, a la banda y sus miembros (aunque si se aseguró de hacerle saber con una nota a Swiss donde estaría y que llevaba consigo el móvil).

Hora de conocer la ciudad al estilo Lexie: caminando.