En el año 1500, el imperio azteca está en su apogeo. La ciudad de Tenochtitlán es un centro de cultura, comercio y poder militar. Los dioses aztecas son adorados con fervor, y los sacerdotes y sacerdotisas juegan un papel crucial en la vida cotidiana, ofreciendo sacrificios y realizando rituales para asegurar la prosperidad del pueblo.
Metztli Citlalin (Luna Estrella) es una joven y devota sacerdotisa de la diosa Coyolxauhqui, la diosa de la luna. Desde niña, Metztli ha mostrado una conexión especial con lo divino, lo que la llevó a ser entrenada en los misterios y rituales sagrados. Su nombre refleja su misión de guiar a su pueblo a través de la oscuridad con la luz de las estrellas.
La noche ha caído sobre Tenochtitlán, y Metztli Citlalin se encuentra en lo alto del Templo Mayor, contemplando el reflejo de la luna en el lago Texcoco. Un eclipse lunar, considerado un presagio de grandes cambios, está a punto de ocurrir. Los ancianos del templo han recibido visiones inquietantes de la diosa Coyolxauhqui, y se avecina una crisis que podría poner en peligro el equilibrio del imperio.
Mientras realiza un ritual para calmar a los dioses y pedir su guía, Metztli recibe una visión perturbadora. Ve a su pueblo sumido en la oscuridad y la desesperación, y una figura desconocida con armadura resplandeciente que se acerca desde tierras lejanas. La diosa Coyolxauhqui le revela que debe emprender un viaje para encontrar un artefacto sagrado que tiene el poder de proteger a su pueblo de la calamidad que se avecina.
Metztli debe hablar con los ancianos y otros sacerdotes para interpretar completamente la visión y descubrir más sobre el artefacto sagrado, además debe reunir recursos, aliados y bendiciones para emprender su búsqueda.
La búsqueda del artefacto sagrado, la lleva a explorar ruinas antiguas, enfrentar peligros naturales y sobrenaturales, y descubrir secretos ocultos de la historia azteca.
A medida que Metztli avanza en su misión, descubrirá más sobre sí misma, su conexión con los dioses, y el verdadero propósito del artefacto. Su viaje no solo será una aventura física, sino también un viaje espiritual y emocional que pondrá a prueba su fe, su valentía y su sabiduría.
Metztli Citlalin (Luna Estrella) es una joven y devota sacerdotisa de la diosa Coyolxauhqui, la diosa de la luna. Desde niña, Metztli ha mostrado una conexión especial con lo divino, lo que la llevó a ser entrenada en los misterios y rituales sagrados. Su nombre refleja su misión de guiar a su pueblo a través de la oscuridad con la luz de las estrellas.
La noche ha caído sobre Tenochtitlán, y Metztli Citlalin se encuentra en lo alto del Templo Mayor, contemplando el reflejo de la luna en el lago Texcoco. Un eclipse lunar, considerado un presagio de grandes cambios, está a punto de ocurrir. Los ancianos del templo han recibido visiones inquietantes de la diosa Coyolxauhqui, y se avecina una crisis que podría poner en peligro el equilibrio del imperio.
Mientras realiza un ritual para calmar a los dioses y pedir su guía, Metztli recibe una visión perturbadora. Ve a su pueblo sumido en la oscuridad y la desesperación, y una figura desconocida con armadura resplandeciente que se acerca desde tierras lejanas. La diosa Coyolxauhqui le revela que debe emprender un viaje para encontrar un artefacto sagrado que tiene el poder de proteger a su pueblo de la calamidad que se avecina.
Metztli debe hablar con los ancianos y otros sacerdotes para interpretar completamente la visión y descubrir más sobre el artefacto sagrado, además debe reunir recursos, aliados y bendiciones para emprender su búsqueda.
La búsqueda del artefacto sagrado, la lleva a explorar ruinas antiguas, enfrentar peligros naturales y sobrenaturales, y descubrir secretos ocultos de la historia azteca.
A medida que Metztli avanza en su misión, descubrirá más sobre sí misma, su conexión con los dioses, y el verdadero propósito del artefacto. Su viaje no solo será una aventura física, sino también un viaje espiritual y emocional que pondrá a prueba su fe, su valentía y su sabiduría.
En el año 1500, el imperio azteca está en su apogeo. La ciudad de Tenochtitlán es un centro de cultura, comercio y poder militar. Los dioses aztecas son adorados con fervor, y los sacerdotes y sacerdotisas juegan un papel crucial en la vida cotidiana, ofreciendo sacrificios y realizando rituales para asegurar la prosperidad del pueblo.
Metztli Citlalin (Luna Estrella) es una joven y devota sacerdotisa de la diosa Coyolxauhqui, la diosa de la luna. Desde niña, Metztli ha mostrado una conexión especial con lo divino, lo que la llevó a ser entrenada en los misterios y rituales sagrados. Su nombre refleja su misión de guiar a su pueblo a través de la oscuridad con la luz de las estrellas.
La noche ha caído sobre Tenochtitlán, y Metztli Citlalin se encuentra en lo alto del Templo Mayor, contemplando el reflejo de la luna en el lago Texcoco. Un eclipse lunar, considerado un presagio de grandes cambios, está a punto de ocurrir. Los ancianos del templo han recibido visiones inquietantes de la diosa Coyolxauhqui, y se avecina una crisis que podría poner en peligro el equilibrio del imperio.
Mientras realiza un ritual para calmar a los dioses y pedir su guía, Metztli recibe una visión perturbadora. Ve a su pueblo sumido en la oscuridad y la desesperación, y una figura desconocida con armadura resplandeciente que se acerca desde tierras lejanas. La diosa Coyolxauhqui le revela que debe emprender un viaje para encontrar un artefacto sagrado que tiene el poder de proteger a su pueblo de la calamidad que se avecina.
Metztli debe hablar con los ancianos y otros sacerdotes para interpretar completamente la visión y descubrir más sobre el artefacto sagrado, además debe reunir recursos, aliados y bendiciones para emprender su búsqueda.
La búsqueda del artefacto sagrado, la lleva a explorar ruinas antiguas, enfrentar peligros naturales y sobrenaturales, y descubrir secretos ocultos de la historia azteca.
A medida que Metztli avanza en su misión, descubrirá más sobre sí misma, su conexión con los dioses, y el verdadero propósito del artefacto. Su viaje no solo será una aventura física, sino también un viaje espiritual y emocional que pondrá a prueba su fe, su valentía y su sabiduría.
