Recuerdo que una vez en Hamburgo tuve un compañero que caché usando mi shampoo, le dije: "¡Oye viejo!" y él me aventó un florero, pero en buena onda.
Recuerdo que una vez en Hamburgo tuve un compañero que caché usando mi shampoo, le dije: "¡Oye viejo!" y él me aventó un florero, pero en buena onda.