𝙏𝙤́𝙢𝙖𝙢𝙚 𝙡𝙖 𝙢𝙖𝙣𝙤 𝙮 𝙗𝙖𝙟𝙚𝙢𝙤𝙨 𝙖 𝙡𝙤𝙨 𝙞𝙣𝙛𝙞𝙚𝙧𝙣𝙤𝙨
⸻ La bota volvió a sumergirse en un charco lleno de barro y se escuchó de inmediato las protestas del príncipe. ⸻
Siete infiernos, aún no entiendo porque estamos en este lodazal. Dijiste que estaba en cuarentena ¿Qué hacemos caminando rumbo hacia la zona más pecaminosa de la urbe?
⸻ La molestia se hacía notar en cada una de sus palabras, era absurdo, con la cantidad de veces que escuchaba a su esposa protestar por sus aventuras extramaritales ¿Y ahora? Se dirigían al epicentro del problema.
Sin recibir ninguna explicación por parte de Rhaenyra, se habían aventurado a la capital y se ataviaron con túnicas que tapaban su identidad, sobretodo el pelo platinado, la característica más peculiar de la familia real. Una incógnita evidente y la causa de que no estuviese quejándose más de la cuenta era: 𝙡𝙖 𝙘𝙪𝙧𝙞𝙤𝙨𝙞𝙙𝙖𝙙. Agitando el pie que se había hundido en el barro, quitando las motas de suciedad que se estaban quedando adheridas en el material del calzado, volviendo así a emprender la marcha hasta estar a la altura de la hereda al trono. ⸻
Vamos Rhaenyra ¿Me vas a decir cuáles son tus intenciones? Este lugar no está hecho para una princesa tan delicada como tú...
⸻ El gentío se estaba quedando atrás de ellos y el silencio comenzaba a inundar las calles, siendo solo los pasos el sonido predominante. ⸻
Siete infiernos, aún no entiendo porque estamos en este lodazal. Dijiste que estaba en cuarentena ¿Qué hacemos caminando rumbo hacia la zona más pecaminosa de la urbe?
⸻ La molestia se hacía notar en cada una de sus palabras, era absurdo, con la cantidad de veces que escuchaba a su esposa protestar por sus aventuras extramaritales ¿Y ahora? Se dirigían al epicentro del problema.
Sin recibir ninguna explicación por parte de Rhaenyra, se habían aventurado a la capital y se ataviaron con túnicas que tapaban su identidad, sobretodo el pelo platinado, la característica más peculiar de la familia real. Una incógnita evidente y la causa de que no estuviese quejándose más de la cuenta era: 𝙡𝙖 𝙘𝙪𝙧𝙞𝙤𝙨𝙞𝙙𝙖𝙙. Agitando el pie que se había hundido en el barro, quitando las motas de suciedad que se estaban quedando adheridas en el material del calzado, volviendo así a emprender la marcha hasta estar a la altura de la hereda al trono. ⸻
Vamos Rhaenyra ¿Me vas a decir cuáles son tus intenciones? Este lugar no está hecho para una princesa tan delicada como tú...
⸻ El gentío se estaba quedando atrás de ellos y el silencio comenzaba a inundar las calles, siendo solo los pasos el sonido predominante. ⸻
⸻ La bota volvió a sumergirse en un charco lleno de barro y se escuchó de inmediato las protestas del príncipe. ⸻
Siete infiernos, aún no entiendo porque estamos en este lodazal. Dijiste que estaba en cuarentena ¿Qué hacemos caminando rumbo hacia la zona más pecaminosa de la urbe?
⸻ La molestia se hacía notar en cada una de sus palabras, era absurdo, con la cantidad de veces que escuchaba a su esposa protestar por sus aventuras extramaritales ¿Y ahora? Se dirigían al epicentro del problema.
Sin recibir ninguna explicación por parte de Rhaenyra, se habían aventurado a la capital y se ataviaron con túnicas que tapaban su identidad, sobretodo el pelo platinado, la característica más peculiar de la familia real. Una incógnita evidente y la causa de que no estuviese quejándose más de la cuenta era: 𝙡𝙖 𝙘𝙪𝙧𝙞𝙤𝙨𝙞𝙙𝙖𝙙. Agitando el pie que se había hundido en el barro, quitando las motas de suciedad que se estaban quedando adheridas en el material del calzado, volviendo así a emprender la marcha hasta estar a la altura de la hereda al trono. ⸻
Vamos Rhaenyra ¿Me vas a decir cuáles son tus intenciones? Este lugar no está hecho para una princesa tan delicada como tú...
⸻ El gentío se estaba quedando atrás de ellos y el silencio comenzaba a inundar las calles, siendo solo los pasos el sonido predominante. ⸻
Tipo
Grupal
Líneas
Cualquier línea
Estado
Disponible