—Arturo salió cabalgando a toda prisa hacia el castillo de su mentor, consejero, colega y amigo: Merlín. A su lado, el buen Aquímides revoloteaba tratando de seguirle el paso.—

Más despacio muchacho. —Le dijo con cierta molestia.— ¿No vez que mis años ya no dan para esto?

—Pero Arturo había hecho oídos sordos a cualquier cosa, le bastó recibir el mensaje por parte del búho para salir corriendo. Trevor había desaparecido, cada hora era crucial para encontrarlo y estaba dispuesto a usar todo su arsenal para encontrarlo.

Al llegar al castillo de Merlín no esperó a que le abriera la puerta, usó su llave, misma que el mago le había dado desde niño. De ese modo corrió hasta la sala de estar.—

¡Merlín, Merlín! Mi estimado consejero, amigo. ¿Estás aquí?
—Arturo salió cabalgando a toda prisa hacia el castillo de su mentor, consejero, colega y amigo: Merlín. A su lado, el buen Aquímides revoloteaba tratando de seguirle el paso.— Más despacio muchacho. —Le dijo con cierta molestia.— ¿No vez que mis años ya no dan para esto? —Pero Arturo había hecho oídos sordos a cualquier cosa, le bastó recibir el mensaje por parte del búho para salir corriendo. Trevor había desaparecido, cada hora era crucial para encontrarlo y estaba dispuesto a usar todo su arsenal para encontrarlo. Al llegar al castillo de Merlín no esperó a que le abriera la puerta, usó su llave, misma que el mago le había dado desde niño. De ese modo corrió hasta la sala de estar.— ¡Merlín, Merlín! Mi estimado consejero, amigo. ¿Estás aquí?
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