—Al entrar a su habitación se encuentra con el enorme y llamativo peluche de dragón sobre su cama.

Con gran alegría Trevor corrió a verlo más de cerca así como a tomarlo entre sus brazos para apachurrarlo confirmando así su suavidad afelpada. En eso encontró la nota de John. Donde le indicaba el motivo del presente.

Un suspiro dulce y profundo escapó de los labios del aprendiz. No cabía duda que John lo conocía muy bien, lo suficiente como para saber que no le gustaba dormir sin compañía así como aquel propio dragón que no dejaba de abrazar.—

¡Ay John Constantine! Gracias por preocuparte por mí.

—Exclamó lanzandose a la cama para arroparse junto al dragón de peluche que ahora se volvería su pieza favorita para dormir.—
—Al entrar a su habitación se encuentra con el enorme y llamativo peluche de dragón sobre su cama. Con gran alegría Trevor corrió a verlo más de cerca así como a tomarlo entre sus brazos para apachurrarlo confirmando así su suavidad afelpada. En eso encontró la nota de John. Donde le indicaba el motivo del presente. Un suspiro dulce y profundo escapó de los labios del aprendiz. No cabía duda que John lo conocía muy bien, lo suficiente como para saber que no le gustaba dormir sin compañía así como aquel propio dragón que no dejaba de abrazar.— ¡Ay John Constantine! Gracias por preocuparte por mí. —Exclamó lanzandose a la cama para arroparse junto al dragón de peluche que ahora se volvería su pieza favorita para dormir.—
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados