[frank.longbottom]
La fiesta anual del Ministerio era una excusa como cualquier otra para juntar a toda la gente importante, o al menos relevante. Una noche llena de fotógrafos, música, bebida por doquier, y gente que igual no esperabas ver.
Megara tenía que estar por su trabajo. No le quedaba otra. No es que no le gustasen esas fiestas, es que normalmente no conocía prácticamente a nadie allí.
Iba paseando por el lugar, con la falda de su vestido dorado medio recogida para no tropezar con la misma. Y era el lugar donde no esperaba encontrarse con Frank Longbottom. Sus ojos rodaron al verle. ¿Cuánto hacía que no le veía?
Siempre le había sacado de quicio. Él y todos cómo él. Como sus padres fueron héroes de guerra, se pensaban mejor que los demás. Pero no había vuelta atrás. Lo tenía delante.
La fiesta anual del Ministerio era una excusa como cualquier otra para juntar a toda la gente importante, o al menos relevante. Una noche llena de fotógrafos, música, bebida por doquier, y gente que igual no esperabas ver.
Megara tenía que estar por su trabajo. No le quedaba otra. No es que no le gustasen esas fiestas, es que normalmente no conocía prácticamente a nadie allí.
Iba paseando por el lugar, con la falda de su vestido dorado medio recogida para no tropezar con la misma. Y era el lugar donde no esperaba encontrarse con Frank Longbottom. Sus ojos rodaron al verle. ¿Cuánto hacía que no le veía?
Siempre le había sacado de quicio. Él y todos cómo él. Como sus padres fueron héroes de guerra, se pensaban mejor que los demás. Pero no había vuelta atrás. Lo tenía delante.
[frank.longbottom]
La fiesta anual del Ministerio era una excusa como cualquier otra para juntar a toda la gente importante, o al menos relevante. Una noche llena de fotógrafos, música, bebida por doquier, y gente que igual no esperabas ver.
Megara tenía que estar por su trabajo. No le quedaba otra. No es que no le gustasen esas fiestas, es que normalmente no conocía prácticamente a nadie allí.
Iba paseando por el lugar, con la falda de su vestido dorado medio recogida para no tropezar con la misma. Y era el lugar donde no esperaba encontrarse con Frank Longbottom. Sus ojos rodaron al verle. ¿Cuánto hacía que no le veía?
Siempre le había sacado de quicio. Él y todos cómo él. Como sus padres fueron héroes de guerra, se pensaban mejor que los demás. Pero no había vuelta atrás. Lo tenía delante.
0
turnos
0
maullidos
530 vistas