Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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───✱*. 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀 .*✱───

En el exuberante mundo de Edenia, un planeta muy alejado de La Tierra donde los árboles tocaban el cielo y los ríos fluían con una pureza cristalina, vivía una joven llamada Lina.

Mitad humana y mitad gata, Lina poseía un pelaje blanco que brillaba bajo la luz de las lunas gemelas y unos ojos verdes que reflejaban tanto su agudeza felina como su curiosidad humana.

Lina vivía con su tribu en el corazón de un bosque místico, donde los seres como ella coexistían en perfecta armonía con la naturaleza.

Tenía la agilidad y los sentidos agudos de un felino, pero también el ingenio y la capacidad de empatía de un humano.

Pasaba sus días cazando en los árboles y explorando las maravillas de su mundo, siempre acompañada por el espíritu libre y salvaje que caracterizaba a su especie.

Sin embargo, la paz de Edenia estaba en peligro.

Seres de otros mundos (conocidos en Edenia como "los que vienen del cielo") habían descubierto los recursos valiosos del planeta y comenzaron a invadirlo con sus máquinas y armas, arrasando con la vida silvestre y envenenando la tierra.

La tribu de Lina intentó defender su hogar, pero la tecnología avanzada de los invasores era abrumadora.

Una noche, mientras las estrellas titilaban en el cielo, Lina se encontró en el borde de un acantilado, contemplando la devastación que se extendía por el horizonte. Su madre, la sabia líder de la tribu, se acercó a ella y le entregó un cristal antiguo, reluciente con una luz etérea.

"Lina, este cristal tiene el poder de transportarte a otros mundos. Nuestra lucha aquí está perdida, pero tú debes sobrevivir. Lleva contigo la esperanza de nuestra gente y encuentra un lugar seguro, un nuevo mundo en el que vivir."

Lina, con lágrimas en los ojos, abrazó a su madre por última vez. El rugido de las máquinas invasoras resonaba a lo lejos.

Con el corazón pesado y el cristal apretado en sus manos, Lina se adentró en una cueva sagrada, siguiendo las instrucciones de su madre. Al llegar al corazón de la cueva, el cristal comenzó a brillar intensamente, envolviendo a Lina en una luz cegadora.

De repente, el mundo a su alrededor se desvaneció y sintió como si su cuerpo fuera desintegrado y vuelto a formar. Cuando abrió los ojos, se encontró en un callejón oscuro y sucio de una ciudad desconocida. La multitud de personas, la luz y los sonidos ensordecedores la abrumaron. Estaba en un nuevo mundo, un lugar ajeno y hostil.

Desorientada y sola, Lina ahora intenta adaptarse a este nuevo mundo. Sus comportamientos felinos y su apariencia extraña le valen miradas de desprecio y miedo. Busca refugio en los rincones oscuros y caza en silencio para sobrevivir. Cada noche, los recuerdos de Edenia y su tribu perdida la atormentan, llenándola de una tristeza infinita.

Sabe que nunca podrá regresar a su mundo natal, pero mientras proteja el cristal y mantenga viva la memoria de su gente, su espíritu seguirá brillando como una estrella en la oscuridad.


© Nekomara: palabra inventada por mí para nombrar a una de las razas dominantes de Edenia.

© Edenia. Nombre inventado por mi para nombrar al mundo de origen de Lina.
───✱*. 𝐇𝐈𝐒𝐓𝐎𝐑𝐈𝐀 .*✱─── En el exuberante mundo de Edenia, un planeta muy alejado de La Tierra donde los árboles tocaban el cielo y los ríos fluían con una pureza cristalina, vivía una joven llamada Lina. Mitad humana y mitad gata, Lina poseía un pelaje blanco que brillaba bajo la luz de las lunas gemelas y unos ojos verdes que reflejaban tanto su agudeza felina como su curiosidad humana. Lina vivía con su tribu en el corazón de un bosque místico, donde los seres como ella coexistían en perfecta armonía con la naturaleza. Tenía la agilidad y los sentidos agudos de un felino, pero también el ingenio y la capacidad de empatía de un humano. Pasaba sus días cazando en los árboles y explorando las maravillas de su mundo, siempre acompañada por el espíritu libre y salvaje que caracterizaba a su especie. Sin embargo, la paz de Edenia estaba en peligro. Seres de otros mundos (conocidos en Edenia como "los que vienen del cielo") habían descubierto los recursos valiosos del planeta y comenzaron a invadirlo con sus máquinas y armas, arrasando con la vida silvestre y envenenando la tierra. La tribu de Lina intentó defender su hogar, pero la tecnología avanzada de los invasores era abrumadora. Una noche, mientras las estrellas titilaban en el cielo, Lina se encontró en el borde de un acantilado, contemplando la devastación que se extendía por el horizonte. Su madre, la sabia líder de la tribu, se acercó a ella y le entregó un cristal antiguo, reluciente con una luz etérea. "Lina, este cristal tiene el poder de transportarte a otros mundos. Nuestra lucha aquí está perdida, pero tú debes sobrevivir. Lleva contigo la esperanza de nuestra gente y encuentra un lugar seguro, un nuevo mundo en el que vivir." Lina, con lágrimas en los ojos, abrazó a su madre por última vez. El rugido de las máquinas invasoras resonaba a lo lejos. Con el corazón pesado y el cristal apretado en sus manos, Lina se adentró en una cueva sagrada, siguiendo las instrucciones de su madre. Al llegar al corazón de la cueva, el cristal comenzó a brillar intensamente, envolviendo a Lina en una luz cegadora. De repente, el mundo a su alrededor se desvaneció y sintió como si su cuerpo fuera desintegrado y vuelto a formar. Cuando abrió los ojos, se encontró en un callejón oscuro y sucio de una ciudad desconocida. La multitud de personas, la luz y los sonidos ensordecedores la abrumaron. Estaba en un nuevo mundo, un lugar ajeno y hostil. Desorientada y sola, Lina ahora intenta adaptarse a este nuevo mundo. Sus comportamientos felinos y su apariencia extraña le valen miradas de desprecio y miedo. Busca refugio en los rincones oscuros y caza en silencio para sobrevivir. Cada noche, los recuerdos de Edenia y su tribu perdida la atormentan, llenándola de una tristeza infinita. Sabe que nunca podrá regresar a su mundo natal, pero mientras proteja el cristal y mantenga viva la memoria de su gente, su espíritu seguirá brillando como una estrella en la oscuridad. © Nekomara: palabra inventada por mí para nombrar a una de las razas dominantes de Edenia. © Edenia. Nombre inventado por mi para nombrar al mundo de origen de Lina.
Me encocora
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