“𝐴𝑛𝑑 𝑚𝑦 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑦 𝑏𝑒𝑔𝑎𝑛 𝑡𝑜 𝑡𝑒𝑙𝑙 𝑚𝑒 ℎ𝑜𝑤 𝑑𝑒𝑒𝑝 𝑚𝑦 𝑓𝑒𝑎𝑟 𝑤𝑎𝑠. 𝐴𝑛𝑑 𝑡ℎ𝑒𝑛 𝑎𝑡 𝑙𝑎𝑠𝑡 𝐼 𝑏𝑒𝑔𝑎𝑛 𝑡𝑜 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖𝑧𝑒 ℎ𝑜𝑤 𝑡𝑒𝑟𝑟𝑖𝑏𝑙𝑒 𝑎 𝑡ℎ𝑖𝑛𝑔 𝑖𝑡 𝑤𝑎𝑠, 𝑡ℎ𝑒 𝑑𝑟𝑒𝑎𝑚 𝑡ℎ𝑎𝑡 𝑦𝑜𝑢 𝑚𝑎𝑘𝑒 𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑟𝑢𝑒.” -𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐌. 𝐂𝐚𝐢𝐧, 𝑻𝒉𝒆 𝑪𝒐𝒄𝒌𝒕𝒂𝒊𝒍 𝑾𝒂𝒊𝒕𝒓𝒆𝒔𝒔 Rol con [FullyBloomy10] La noche la pasó en vela. Esperaba ser capaz, al menos, de conciliar un poco el sueño, pero en cuanto se recostó en la cama, supo que sería incapaz. La visión de su hermano en la celda, el cuerpo inerte de su cuñada, la imagen de Jina en su casa tomando una cerveza unidas a sus propias preocupaciones y pensamientos consiguieron que ni el cansancio físico ni el emocional fuesen suficiente. ---------------------------------------- La provincia de Jeolla del Sur se encontraba en el extremo sur del país. Se caracterizaba por ser una de las más grandes del país y por sus amplias zonas rurales. Si Minho y Jina habían vivido en Haenam, el siguiente paso lógico era Taedok, un pequeño pueblo costero y montañoso a escasos kilómetros de distancia. La comisaría de Taedok era aún más pequeña que la de Haenam, y la gente reconoció casi de inmediato a Jina, suavizando sus expresiones aunque fuese durante un tiempo récord. — ¿Homicidios...? —La rápida mirada que intercambió el comisario con su agente les dio a entender que sí había habido algo extraño—. Bueno... Tras insistir un poco —y gracias, odiosamente, al encanto de Jina, el comisario de Taedok al fin les habló de un supuesto caso de "suicidio" que jamás había tenido ninguna explicación coherente. En su momento, sospecharon que había juego sucio, pero nunca pudieron demostrarlo, y él jamás había podido eliminarlo de su cabeza. Minho estudió con curiosidad el archivo. Había sucedido cinco años atrás, en los festivales de verano. Un cadáver de una mujer de veintiocho años había aparecido en la costa. La causa de su muerte había sido ahogamiento, y las laceraciones en su cuerpo indicaban un fuerte impacto ante-mortem. — Se cayó del acantilado. —Murmuró. — Pero eso es... —Saltó el comisario, conteniéndose después—. Hyoyeon era una chica lista. Conocía los acantilados como la palma de su mano. Es improbable que fuese un accidente. — ¿Por qué suicidio? — Encontramos una nota. El papel amarillento cayó sobre la mesa. Iba dentro de una bolsa de plástico, imaginaba que para conservar la mayor cantidad posible de pruebas. Mientras Jina hablaba con el comisario, Minho estudió su contenido. Después lo colocó a contra luz. — Guarde esto. —Dijo, mirando al hombre a los ojos—. Puede servir como prueba en un juicio. — Entonces... —Minho le interrumpió. — Todavía es pronto para determinarlo, pero no creo que Hyoyeon se suicidase. —Cambió su mirada a la policía—. Vamos a comer.