Cuando dicen que las mujeres tardan horas en arreglarse, no es broma. Jessica no tardaba una, o dos; si no tres, casi cuatro horas para alistarse.
La pequeña muñeca rusa era vanidosa, cuida de su piel con mucho cuidado, además de la obvia dificultad de no poder verse. Toda su ropa tenia etiquetas especiales, además de que solía pedir ayuda a sus guardaespaldas para confirmar que no saliera con una prenda de un color y otra de otro.
La pequeña muñeca rusa era vanidosa, cuida de su piel con mucho cuidado, además de la obvia dificultad de no poder verse. Toda su ropa tenia etiquetas especiales, además de que solía pedir ayuda a sus guardaespaldas para confirmar que no saliera con una prenda de un color y otra de otro.
Cuando dicen que las mujeres tardan horas en arreglarse, no es broma. Jessica no tardaba una, o dos; si no tres, casi cuatro horas para alistarse.
La pequeña muñeca rusa era vanidosa, cuida de su piel con mucho cuidado, además de la obvia dificultad de no poder verse. Toda su ropa tenia etiquetas especiales, además de que solía pedir ayuda a sus guardaespaldas para confirmar que no saliera con una prenda de un color y otra de otro.