No sabía ya cuanto había recorrido ese maldito laberinto, era eterno o sólo daba vueltas una y otra vez por los mismos lugares, pero estaba desesperado.

Los rastros de sangre ya incluso habían secado con el paso del tiempo, dejando sólo manchas oscuras que trazaban su camino por aquel sitio, sufriendo en calentura y culpa a la vez.
Tanta fue su desesperación, el ardor del cuerpo y la culpa encarnada que, sin siquiera pensar, había pasado mutilando su propio cuerpo, dejando los cortes en las muñecas como un simple adorno a comparación de la piel abierta, desde su cuello hasta las piernas, todo hecho con sus propias garras.
La sonrisa de lunático no dejaba sus labios, forzada, con la mordida apretada y salivando en exceso mientras, de sus ojos, las lágrimas no habían dejado de fluir desde entonces, dejando sólo una pequeña parte de su subconsciente que lo torturaba constantemente, haciéndolo repetir los cortes cuando estos parecían sanar.

Eso lo había experimentado antes... de nuevo sentía que se repetía la jodida historia, que había vuelto a traicionar la confianza de quien más amaba, aún si tuvo justificante para ello, la culpa no iba a dejar de repetirle que era un animal, un ser despreciable.



#HazbinHotel
No sabía ya cuanto había recorrido ese maldito laberinto, era eterno o sólo daba vueltas una y otra vez por los mismos lugares, pero estaba desesperado. Los rastros de sangre ya incluso habían secado con el paso del tiempo, dejando sólo manchas oscuras que trazaban su camino por aquel sitio, sufriendo en calentura y culpa a la vez. Tanta fue su desesperación, el ardor del cuerpo y la culpa encarnada que, sin siquiera pensar, había pasado mutilando su propio cuerpo, dejando los cortes en las muñecas como un simple adorno a comparación de la piel abierta, desde su cuello hasta las piernas, todo hecho con sus propias garras. La sonrisa de lunático no dejaba sus labios, forzada, con la mordida apretada y salivando en exceso mientras, de sus ojos, las lágrimas no habían dejado de fluir desde entonces, dejando sólo una pequeña parte de su subconsciente que lo torturaba constantemente, haciéndolo repetir los cortes cuando estos parecían sanar. Eso lo había experimentado antes... de nuevo sentía que se repetía la jodida historia, que había vuelto a traicionar la confianza de quien más amaba, aún si tuvo justificante para ello, la culpa no iba a dejar de repetirle que era un animal, un ser despreciable. #HazbinHotel
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