Parte 1/2

Abrio la puerta de la iglesia como cada mañana y todo transcurría como de costumbre. Oyo unos pasos resonando en el vacio del lugar, era extraño no solian venir feligreses tan pronto.
Giro sobre los talones, una joven de pelo claro y puntas rosas miraba la iglesia, vestia un suéter negro y unos vaqueros, Ezequiel se acerco a ella dando los buenos días y la joven se presigno.

—Bu-buenos dias padre, ¿es muy pronto para una confesion?

—Hija mia dios no descansa, esta 24/7 pendiente de nosotros. No es pronto.

Señalo el confesionario mientras se colocaba la estola purpura, cada uno ocupo su lugar y el cura abrio la ventana con la celosía.

—Ave Maria purisima.—Dijo la joven.—.

—Sin pecado concebida.

—Perdoneme padre porque he pecado.

—¿Que te aflige hija mía?

—He tenido pensamientos impuros, he sentido la lujuria y la excitacion.

—Hija en tu edad es lo mas normal del mundo cuan...

—No padre.— la joven corto la frase.—Me excite anoche cuando mate al padre Andrew de la iglesia de Santa Julia. Me excito ver como la vida se iba de sus ojos.

—¿Perdona hija?—Ezequiel abrio los ojos conocia al padre Andrew era un buen amigo suyo.— ¿Como dices?

El filo de un gran puñal asomo atravesando la celosia ante sus ojos. El cura se quedo palido.

—Padre ¿Sigue vivo? Tomare ese silencio como un si.

Esa chica estaba loca, en el momento que retiro el puñal, Ezequiel no lo penso y salio rodando del confesionario habia estado en demasiadas guerras, su instinto de supervivencia se activo, por suerte no llevaba la sotana, giro la cabeza la joven tenia los brazos cruzados y movia el puñal. Sus ojos, esos ojos eran anaranjados, un demonio.

—Oh vamos Ezequiel no me mires así, el padre oscuro quiere algo que tu tienes, te has ocultado bien, pero Andrew antes de...bueno tristemente dejarnos me facilito tu dirección, la de cosas que dicen los hombres en la cama.

Ezequiel apoyo la mano en el suelo y hubo un destello azulado, el demonio se acerco a una de las paredes cercanas y dio un par de toques con la punta del puñal, esta se ondulo como si fuera agua.

—Vaya una zona segura...me sorprendes y entusiasmas, asi no tendre contenerme contigo curita ¡COMO ME PONE ESO!
Parte 1/2 Abrio la puerta de la iglesia como cada mañana y todo transcurría como de costumbre. Oyo unos pasos resonando en el vacio del lugar, era extraño no solian venir feligreses tan pronto. Giro sobre los talones, una joven de pelo claro y puntas rosas miraba la iglesia, vestia un suéter negro y unos vaqueros, Ezequiel se acerco a ella dando los buenos días y la joven se presigno. —Bu-buenos dias padre, ¿es muy pronto para una confesion? —Hija mia dios no descansa, esta 24/7 pendiente de nosotros. No es pronto. Señalo el confesionario mientras se colocaba la estola purpura, cada uno ocupo su lugar y el cura abrio la ventana con la celosía. —Ave Maria purisima.—Dijo la joven.—. —Sin pecado concebida. —Perdoneme padre porque he pecado. —¿Que te aflige hija mía? —He tenido pensamientos impuros, he sentido la lujuria y la excitacion. —Hija en tu edad es lo mas normal del mundo cuan... —No padre.— la joven corto la frase.—Me excite anoche cuando mate al padre Andrew de la iglesia de Santa Julia. Me excito ver como la vida se iba de sus ojos. —¿Perdona hija?—Ezequiel abrio los ojos conocia al padre Andrew era un buen amigo suyo.— ¿Como dices? El filo de un gran puñal asomo atravesando la celosia ante sus ojos. El cura se quedo palido. —Padre ¿Sigue vivo? Tomare ese silencio como un si. Esa chica estaba loca, en el momento que retiro el puñal, Ezequiel no lo penso y salio rodando del confesionario habia estado en demasiadas guerras, su instinto de supervivencia se activo, por suerte no llevaba la sotana, giro la cabeza la joven tenia los brazos cruzados y movia el puñal. Sus ojos, esos ojos eran anaranjados, un demonio. —Oh vamos Ezequiel no me mires así, el padre oscuro quiere algo que tu tienes, te has ocultado bien, pero Andrew antes de...bueno tristemente dejarnos me facilito tu dirección, la de cosas que dicen los hombres en la cama. Ezequiel apoyo la mano en el suelo y hubo un destello azulado, el demonio se acerco a una de las paredes cercanas y dio un par de toques con la punta del puñal, esta se ondulo como si fuera agua. —Vaya una zona segura...me sorprendes y entusiasmas, asi no tendre contenerme contigo curita ¡COMO ME PONE ESO!
Me endiabla
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