Llevaba horas viajando alrededor del mundo, buscando a[Trinche2] por todas partes. De hecho, varias de las palomas, ratas y mosquitos del mundo habían sido copias suyas. Hasta que lo halló.
—Te tengo, mi ratita peluda...~—Dijo el pelinegro a su vez que se agachaba tras un tacho de basura, tomando la forma de una araña, metiéndose en la ropa del zorro, siguiéndolo hasta el primer lugar "seguro" dónde no hubiera gente.
El oscuro villano saltó de la espalda del zorro, tomando su forma real. Un monstruo grotesco, usando la sangre de sus víctimas como espinas y garras. Sus ojos morados, lo único que compartía con su antepasado, resaltaban en la oscuridad...
—Hola, Trinch~...—No lo dudó, moviéndose con una agilidad indudable, lanzó una de sus manos hacia el torso del zorro, garras extendidas, buscando perforar su torso.
—No te muevas, no tengo ganas de jugar con mi presa el día de hoy...
—Te tengo, mi ratita peluda...~—Dijo el pelinegro a su vez que se agachaba tras un tacho de basura, tomando la forma de una araña, metiéndose en la ropa del zorro, siguiéndolo hasta el primer lugar "seguro" dónde no hubiera gente.
El oscuro villano saltó de la espalda del zorro, tomando su forma real. Un monstruo grotesco, usando la sangre de sus víctimas como espinas y garras. Sus ojos morados, lo único que compartía con su antepasado, resaltaban en la oscuridad...
—Hola, Trinch~...—No lo dudó, moviéndose con una agilidad indudable, lanzó una de sus manos hacia el torso del zorro, garras extendidas, buscando perforar su torso.
—No te muevas, no tengo ganas de jugar con mi presa el día de hoy...
Llevaba horas viajando alrededor del mundo, buscando a[Trinche2] por todas partes. De hecho, varias de las palomas, ratas y mosquitos del mundo habían sido copias suyas. Hasta que lo halló.
—Te tengo, mi ratita peluda...~—Dijo el pelinegro a su vez que se agachaba tras un tacho de basura, tomando la forma de una araña, metiéndose en la ropa del zorro, siguiéndolo hasta el primer lugar "seguro" dónde no hubiera gente.
El oscuro villano saltó de la espalda del zorro, tomando su forma real. Un monstruo grotesco, usando la sangre de sus víctimas como espinas y garras. Sus ojos morados, lo único que compartía con su antepasado, resaltaban en la oscuridad...
—Hola, Trinch~...—No lo dudó, moviéndose con una agilidad indudable, lanzó una de sus manos hacia el torso del zorro, garras extendidas, buscando perforar su torso.
—No te muevas, no tengo ganas de jugar con mi presa el día de hoy...