—Odio esto... Me veo tan patético...
Se quedó en su alcoba, mirando su colección de patitos y suspirando.
No era el rey que quisiera ser, por lo menos no durante ese tiempo y no ayudó que tantas cosas le pegaran en tan poco tiempo.
Aún le calaban las palabras de su hija, que prefiriera a otro demonio como padre... ¿Siquiera podía seguir considerando que era su hija? Tal vez de sangre, pero ella misma lo rechazó y recordó las jodidas horas de parto y el sufrimiento para traerla al mundo, volviendo a ponerlo sensible, cubriéndose el rostro con los brazos.
—Todo para que prefiera a ese idiota...
Se quedó en su alcoba, mirando su colección de patitos y suspirando.
No era el rey que quisiera ser, por lo menos no durante ese tiempo y no ayudó que tantas cosas le pegaran en tan poco tiempo.
Aún le calaban las palabras de su hija, que prefiriera a otro demonio como padre... ¿Siquiera podía seguir considerando que era su hija? Tal vez de sangre, pero ella misma lo rechazó y recordó las jodidas horas de parto y el sufrimiento para traerla al mundo, volviendo a ponerlo sensible, cubriéndose el rostro con los brazos.
—Todo para que prefiera a ese idiota...
—Odio esto... Me veo tan patético...
Se quedó en su alcoba, mirando su colección de patitos y suspirando.
No era el rey que quisiera ser, por lo menos no durante ese tiempo y no ayudó que tantas cosas le pegaran en tan poco tiempo.
Aún le calaban las palabras de su hija, que prefiriera a otro demonio como padre... ¿Siquiera podía seguir considerando que era su hija? Tal vez de sangre, pero ella misma lo rechazó y recordó las jodidas horas de parto y el sufrimiento para traerla al mundo, volviendo a ponerlo sensible, cubriéndose el rostro con los brazos.
—Todo para que prefiera a ese idiota...