Como siempre, su esposo pedía y él cumplía, quizá exagerando un poco pues no llevó sólo un saco, si no 4 y de 5 kilos cada uno, a pesar que estaba sufriendo con el asco por el sólo aroma y, para peor, quedando impregnado de este.

Dejó los sacos almacenados, teniendo que correr al baño a devolver y tomar un baño tras el desastre a plena calle, respirando agitado y, tras un rato, saliendo de la ducha, yendo a tirarse al sofá mientras se calmaba poco a poco.

—Mierda... No recordaba que los ascos fueran tan terribles...

Como siempre, su esposo pedía y él cumplía, quizá exagerando un poco pues no llevó sólo un saco, si no 4 y de 5 kilos cada uno, a pesar que estaba sufriendo con el asco por el sólo aroma y, para peor, quedando impregnado de este. Dejó los sacos almacenados, teniendo que correr al baño a devolver y tomar un baño tras el desastre a plena calle, respirando agitado y, tras un rato, saliendo de la ducha, yendo a tirarse al sofá mientras se calmaba poco a poco. —Mierda... No recordaba que los ascos fueran tan terribles...
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