Aveces comprendo que mis niños no son lo más común del mundo -suspira- pero estoy feliz que los humanos de la ciudad vecina y circundantes aún vienen a visitarnos y adoptan a estos pequeños sin importar su historia, comportamiento o apariencia
Aveces comprendo que mis niños no son lo más común del mundo -suspira- pero estoy feliz que los humanos de la ciudad vecina y circundantes aún vienen a visitarnos y adoptan a estos pequeños sin importar su historia, comportamiento o apariencia
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