~ᴛᴏᴋɪᴏ, ᴊᴀᴘᴏɴ.
➸Las maletas habian descendido, el avion por igual, sus cabellos sueltos y rebeldes volaron con el viento del descenso. El sol acompañaba con su sombra llegando a un destino nuevo con historias nuevas.
Su último paso atravesó las puertas de la pista de aterrizaje, logrando entrar a los establecimientos del aeropuerto con el corazon palpitando con fuerza, pero frente a ella no estaba la felicidad que esperaba, al contrario.
Ante sus ojos un hombre de cabellos blancos y ojos rojos similares a la sangre se acercaba a ella amenazando con tomarla. El la sostenia de la barbilla, con su dedo índice siendo el que más apretaba. Le traía recuerdos, tan asi que podia ver entre sus labios aquel nombre tatuado con solo palabras mencionadas por el.

;❝La flor regreso al pantano de donde siempre vino. ¿Que vienes a buscar ahora despues de tantos años? Tu y ese hombre de cuerpo con extremidades raras acabaron con lo último que me quedaba. Ya no queda nada.
¿Tus suplicas se hicieron realidad? ¿Quien crees que te envio esa carta?... ¿ya lo notaste? siempre terminas volviendo a mi, Analis❞.

Fue asi que cayo en cuenta. Su mirada fija en el cristal de su reloj, aquellos simbolos, aquella ropa, todo daba a entender que era quien creía.
El padre del tipo, era la persona que le había dañado tanto, todos esos años. Usando su cuerpo y el de muchas mujeres mas para lucrar.
Ese simple recuerdo, trajo un amargo sabor de boca a su ser.
Se intento alejar de el con pasos acelerados, decidida a acabar la vida del hombre o huir tan rápido como pudiera.

Su mente se ilumino entonces, o se nublo, mejor dicho. Tomo las enseñanzas de pelea que tuvo con su pareja y con su profesor, sabía que debia actuar, no se podía contener a nada, no ahora.
Sus manos empuñaron una daga que portaba en su bolsillo, traia un recubrimiento de rosas en el mango, similar al que alguna vez habia regalado a alguien especial en su vida. Esta era comoda al agarre y se sostenia a la perfección para realizar un corte preciso.
Sus ojos fijos en el objetivo, solo alimentaban la necesidad de clavar esa puntiaguda arma en el ojo del hombre, pero un corte seria suficiente. Su precisión de movimiento la llevó a alcanzar el cuello del chico con habilidad, hasta que policias frenaron su andar.
La ira que la invadía, el desequilibrio que sentía y todas esas emociones, arremetieron contra ella llevandola a cortar la cara del hombre en un tajo profundo que no se arrepentía de haber realizado.
La voz del tipo dio una orden que aterrorizaba a cualquiera.

;❝LLEVENSE A ESTA PERRA ASQUEROSA DE MI VISTA.❞

Hombres y mujeres uniformados retiraron a la damisela del lugar, tapando su pequeña nariz respingada con un olor penetrante que acabo con su consciencia.
Su cuerpo pesado cayo al suelo adormilado, un estruendo fue el que hizo mención de ello. Así con la fuerza de los hombres fue retirada de la sala, aún buscando pelea incluso estando dormida.

;"Ahi vas de gladiadora. Siempre fuiste una niña mimada, Analis, si supieras... te callarias. Ahora disfruta el descanso, pues cuando despiertes veras la realidad de tus preguntas. ¿Las estrellas seguiran brillando para ti cuando lo descubras?."

La voz amarga y oscura hizo que la gente, quien habia observado atentamente la escena, se retirara del lugar para volver a sus puestos. Dejando al chico irse con la pequeña mujer de cabellos oscuros y ojos violetas entre sus manos, con otra batalla perdida en su lista.

<<ʟᴀ ᴍᴇɴᴛɪʀᴀ>>
~ᴛᴏᴋɪᴏ, ᴊᴀᴘᴏɴ. ➸Las maletas habian descendido, el avion por igual, sus cabellos sueltos y rebeldes volaron con el viento del descenso. El sol acompañaba con su sombra llegando a un destino nuevo con historias nuevas. Su último paso atravesó las puertas de la pista de aterrizaje, logrando entrar a los establecimientos del aeropuerto con el corazon palpitando con fuerza, pero frente a ella no estaba la felicidad que esperaba, al contrario. Ante sus ojos un hombre de cabellos blancos y ojos rojos similares a la sangre se acercaba a ella amenazando con tomarla. El la sostenia de la barbilla, con su dedo índice siendo el que más apretaba. Le traía recuerdos, tan asi que podia ver entre sus labios aquel nombre tatuado con solo palabras mencionadas por el. 🌑;❝La flor regreso al pantano de donde siempre vino. ¿Que vienes a buscar ahora despues de tantos años? Tu y ese hombre de cuerpo con extremidades raras acabaron con lo último que me quedaba. Ya no queda nada. ¿Tus suplicas se hicieron realidad? ¿Quien crees que te envio esa carta?... ¿ya lo notaste? siempre terminas volviendo a mi, Analis❞. Fue asi que cayo en cuenta. Su mirada fija en el cristal de su reloj, aquellos simbolos, aquella ropa, todo daba a entender que era quien creía. El padre del tipo, era la persona que le había dañado tanto, todos esos años. Usando su cuerpo y el de muchas mujeres mas para lucrar. Ese simple recuerdo, trajo un amargo sabor de boca a su ser. Se intento alejar de el con pasos acelerados, decidida a acabar la vida del hombre o huir tan rápido como pudiera. Su mente se ilumino entonces, o se nublo, mejor dicho. Tomo las enseñanzas de pelea que tuvo con su pareja y con su profesor, sabía que debia actuar, no se podía contener a nada, no ahora. Sus manos empuñaron una daga que portaba en su bolsillo, traia un recubrimiento de rosas en el mango, similar al que alguna vez habia regalado a alguien especial en su vida. Esta era comoda al agarre y se sostenia a la perfección para realizar un corte preciso. Sus ojos fijos en el objetivo, solo alimentaban la necesidad de clavar esa puntiaguda arma en el ojo del hombre, pero un corte seria suficiente. Su precisión de movimiento la llevó a alcanzar el cuello del chico con habilidad, hasta que policias frenaron su andar. La ira que la invadía, el desequilibrio que sentía y todas esas emociones, arremetieron contra ella llevandola a cortar la cara del hombre en un tajo profundo que no se arrepentía de haber realizado. La voz del tipo dio una orden que aterrorizaba a cualquiera. 🌑;❝LLEVENSE A ESTA PERRA ASQUEROSA DE MI VISTA.❞ Hombres y mujeres uniformados retiraron a la damisela del lugar, tapando su pequeña nariz respingada con un olor penetrante que acabo con su consciencia. Su cuerpo pesado cayo al suelo adormilado, un estruendo fue el que hizo mención de ello. Así con la fuerza de los hombres fue retirada de la sala, aún buscando pelea incluso estando dormida. 🌑;"Ahi vas de gladiadora. Siempre fuiste una niña mimada, Analis, si supieras... te callarias. Ahora disfruta el descanso, pues cuando despiertes veras la realidad de tus preguntas. ¿Las estrellas seguiran brillando para ti cuando lo descubras?." La voz amarga y oscura hizo que la gente, quien habia observado atentamente la escena, se retirara del lugar para volver a sus puestos. Dejando al chico irse con la pequeña mujer de cabellos oscuros y ojos violetas entre sus manos, con otra batalla perdida en su lista. <<ʟᴀ ᴍᴇɴᴛɪʀᴀ>>
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