Fue hasta entonces que recordó que el traje andaba roto y él paseándose por ahí con eso así, poniéndose rojo de golpe hasta las orejas, yendo a cambiarse rápidamente, rogando que nadie se diera cuenta.

—¿¡Por qué tuvo que rasgarlo justo de ahí!?

Reclamó al aire, cubriéndose con ambas manos.
Fue hasta entonces que recordó que el traje andaba roto y él paseándose por ahí con eso así, poniéndose rojo de golpe hasta las orejas, yendo a cambiarse rápidamente, rogando que nadie se diera cuenta. —¿¡Por qué tuvo que rasgarlo justo de ahí!? Reclamó al aire, cubriéndose con ambas manos.
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados