—Nena que bien ves. —
Se miró frente a ese gigante espejo en la exhibición de arte en OSCORP. El blanco le venía bien aún usando su antifaz negro. Sonrió. Era momento de poner a prueba el campo de las probabilidades para el robo de armamento que la haría mejorar considerablemente su posición en las calles y llevarla al siguiente nivel. Uno capaz de llenar la atención de su arácnido interés.
Se miró frente a ese gigante espejo en la exhibición de arte en OSCORP. El blanco le venía bien aún usando su antifaz negro. Sonrió. Era momento de poner a prueba el campo de las probabilidades para el robo de armamento que la haría mejorar considerablemente su posición en las calles y llevarla al siguiente nivel. Uno capaz de llenar la atención de su arácnido interés.
—Nena que bien ves. —
Se miró frente a ese gigante espejo en la exhibición de arte en OSCORP. El blanco le venía bien aún usando su antifaz negro. Sonrió. Era momento de poner a prueba el campo de las probabilidades para el robo de armamento que la haría mejorar considerablemente su posición en las calles y llevarla al siguiente nivel. Uno capaz de llenar la atención de su arácnido interés.
