—Ahora que todo está en calma... Que ya no hay nada que hacer, salvo estar tumbado sobre una fría roca su cerebro volvía a hacer de las suyas, haciendo que todas sus preocupaciones volvieran a gritar con fuerza, impidiéndole pensar en nada más.

Exasperado, se presionó con el índice y el pulgar el tabique nasal. Trataba de respirar hondo, calmarse. Pero, era inutil—
—Ahora que todo está en calma... Que ya no hay nada que hacer, salvo estar tumbado sobre una fría roca su cerebro volvía a hacer de las suyas, haciendo que todas sus preocupaciones volvieran a gritar con fuerza, impidiéndole pensar en nada más. Exasperado, se presionó con el índice y el pulgar el tabique nasal. Trataba de respirar hondo, calmarse. Pero, era inutil—
Me entristece
1
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados