—Mientras tanto, en la cueva del de estaba escondido Sesshomaru, simplemente pasaban las horas. Sin saber muy bien que hacer o esperar. Al menos, se estaba tranquilo en ese sitio y tampoco iba a quejarse, a fin de cuentas no estaba trabajando.
Tan solo vigilando que el perro infernal estuviera bien, además la compañía de su jefe era en cierto modo reconfortante y conseguía que no siguiera debanandose los sesos con cierta discusión —
Tan solo vigilando que el perro infernal estuviera bien, además la compañía de su jefe era en cierto modo reconfortante y conseguía que no siguiera debanandose los sesos con cierta discusión —
—Mientras tanto, en la cueva del de estaba escondido Sesshomaru, simplemente pasaban las horas. Sin saber muy bien que hacer o esperar. Al menos, se estaba tranquilo en ese sitio y tampoco iba a quejarse, a fin de cuentas no estaba trabajando.
Tan solo vigilando que el perro infernal estuviera bien, además la compañía de su jefe era en cierto modo reconfortante y conseguía que no siguiera debanandose los sesos con cierta discusión —
