Podría ser un día como cualquiera pero mi mente se sentía rodeada de una niebla oscura. Uno de ésos días donde ser la Blanche corriente era simplemente imposible. Había algo... algo que se desgarraba de mi interior y no, no era nada peculiar, no era nada de nuevo; era simplemente un otro lado de mi misma. Mi Ying Yang interno se intercalaban y le daba la bienvenida, con un síseo, a mi lado más salvaje y crudo. Mi yo que me había arrastrado para sobrevivir al largo de los años, siempre envuelto y escondido entre sonrisas y reverencias.
Podría ser un día como cualquiera pero mi mente se sentía rodeada de una niebla oscura. Uno de ésos días donde ser la Blanche corriente era simplemente imposible. Había algo... algo que se desgarraba de mi interior y no, no era nada peculiar, no era nada de nuevo; era simplemente un otro lado de mi misma. Mi Ying Yang interno se intercalaban y le daba la bienvenida, con un síseo, a mi lado más salvaje y crudo. Mi yo que me había arrastrado para sobrevivir al largo de los años, siempre envuelto y escondido entre sonrisas y reverencias.