Luego de su trato, terminó mirando las heridas en su mano por aquellas garras.
Aún si seguían siendo reina y rey, las cosas habían terminado entre ellos de una manera que nunca esperó ver, pero no había marcha atrás.
Terminó suspirando, curando poco a poco las heridas en su mano, limpiando la sangre dorada que ya había manchado su escritorio. Su preocupación ahora era el decírselo a su hija, el como lo tomaría.
Aún si seguían siendo reina y rey, las cosas habían terminado entre ellos de una manera que nunca esperó ver, pero no había marcha atrás.
Terminó suspirando, curando poco a poco las heridas en su mano, limpiando la sangre dorada que ya había manchado su escritorio. Su preocupación ahora era el decírselo a su hija, el como lo tomaría.
Luego de su trato, terminó mirando las heridas en su mano por aquellas garras.
Aún si seguían siendo reina y rey, las cosas habían terminado entre ellos de una manera que nunca esperó ver, pero no había marcha atrás.
Terminó suspirando, curando poco a poco las heridas en su mano, limpiando la sangre dorada que ya había manchado su escritorio. Su preocupación ahora era el decírselo a su hija, el como lo tomaría.
