—Finalmente, todo acabó. Ya no había tristeza ni sufrimiento. Solo una extraña sensación de adormecimiento, mientras se veía encerrado en aquel recipiente. Pero, no era agobiante ni aterrador, era tranquilo un lugar de descanso mientras se dejaba sucumbir en un profundo sueño —
—Finalmente, todo acabó. Ya no había tristeza ni sufrimiento. Solo una extraña sensación de adormecimiento, mientras se veía encerrado en aquel recipiente. Pero, no era agobiante ni aterrador, era tranquilo un lugar de descanso mientras se dejaba sucumbir en un profundo sueño —