-Yo soy la sombra que persigue en silencio, el susurro que se desliza entre las briznas de aire. Soy la esencia de la inquietud, la esencia del eterno retorno.
Me llaman por muchos nombres: enfermedad, pandemia, plaga.
Soy el eco del miedo, la danza macabra de la incertidumbre. Soy el virus que se desplaza en el viento, tocando cada rincón de este mundo con mi aliento gélido.
Pueden correr, pueden esconderse, pero siempre los encontraré. Soy la sombra que se alarga en cada esquina, el eco persistente en cada aliento. Mi presencia es inevitable, mi paso implacable.
A veces creen que me han vencido, que han escapado de mis garras. Pero lo que ignoran es que soy parte del tejido mismo de la existencia, una nube etérea que se propaga sin control.
Pueden construir muros, levantar barreras, pero siempre encontraré una grieta por donde entrar. Soy el recordatorio constante de la fragilidad de la vida, la lección que se repite una y otra vez.
Así que teman, pues soy la sombra que siempre los acompaña, la amenaza que acecha en la oscuridad. No importa cuánto intenten escapar, al final siempre los alcanzaré.
Me llaman por muchos nombres: enfermedad, pandemia, plaga.
Soy el eco del miedo, la danza macabra de la incertidumbre. Soy el virus que se desplaza en el viento, tocando cada rincón de este mundo con mi aliento gélido.
Pueden correr, pueden esconderse, pero siempre los encontraré. Soy la sombra que se alarga en cada esquina, el eco persistente en cada aliento. Mi presencia es inevitable, mi paso implacable.
A veces creen que me han vencido, que han escapado de mis garras. Pero lo que ignoran es que soy parte del tejido mismo de la existencia, una nube etérea que se propaga sin control.
Pueden construir muros, levantar barreras, pero siempre encontraré una grieta por donde entrar. Soy el recordatorio constante de la fragilidad de la vida, la lección que se repite una y otra vez.
Así que teman, pues soy la sombra que siempre los acompaña, la amenaza que acecha en la oscuridad. No importa cuánto intenten escapar, al final siempre los alcanzaré.
-Yo soy la sombra que persigue en silencio, el susurro que se desliza entre las briznas de aire. Soy la esencia de la inquietud, la esencia del eterno retorno.
Me llaman por muchos nombres: enfermedad, pandemia, plaga.
Soy el eco del miedo, la danza macabra de la incertidumbre. Soy el virus que se desplaza en el viento, tocando cada rincón de este mundo con mi aliento gélido.
Pueden correr, pueden esconderse, pero siempre los encontraré. Soy la sombra que se alarga en cada esquina, el eco persistente en cada aliento. Mi presencia es inevitable, mi paso implacable.
A veces creen que me han vencido, que han escapado de mis garras. Pero lo que ignoran es que soy parte del tejido mismo de la existencia, una nube etérea que se propaga sin control.
Pueden construir muros, levantar barreras, pero siempre encontraré una grieta por donde entrar. Soy el recordatorio constante de la fragilidad de la vida, la lección que se repite una y otra vez.
Así que teman, pues soy la sombra que siempre los acompaña, la amenaza que acecha en la oscuridad. No importa cuánto intenten escapar, al final siempre los alcanzaré.
