Para ser un lunes a las nueve y media de la mañana, ya ha mandado a freír espárragos a dos enfermeros, tenido la bronca semanal con el Dr. Hojo y está en el despacho de Lazard soportando la interminable charla de "no puedes ser tan agresiva con tus compañeros de profesión", a lo que ha respondido encendiéndose un cigarrillo y diciéndole que, entonces, que no le asigne a inútiles ni trepas que le roban sus investigaciones.