El azabache mira a sus alrededores con hastío. Las gafas se le deslizan por la nariz cada vez que intenta voltear la cabeza y sus manos lo delatan. Aún así, está convencido de que puede engañar a la mayoría.

— Jamás sospecharán algo.
El azabache mira a sus alrededores con hastío. Las gafas se le deslizan por la nariz cada vez que intenta voltear la cabeza y sus manos lo delatan. Aún así, está convencido de que puede engañar a la mayoría. — Jamás sospecharán algo.
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