Los rayos del sol acariciaban suavemente el rostro de Isabella, mientras caminaba por el parque rumbo a su clase de pintura. Llevaba bajo el brazo sus lienzos en blanco, mientras que de su hombro colgaba una bolsa de tela con su material.

El parque era un remanso de tranquilidad en medio del caos urbano, que la invitaba a relajarse, además, el clima era tan agradable y tenía algo de tiempo; se dispuso a buscar la sombra de un árbol y aprovechar eso minutos libres.

Se sentó sobre el pasto y apoyo su espalda en una de las grandes raíces que sobresalía de aquel árbol; se quitó las sandalias, para poder sentir la frescura del pasto entre sus pies y de su bolso saco un pequeño libro. Se relajo por unos instantes hasta que mirando la hora veía que ya era tarde para su clase.
Los rayos del sol acariciaban suavemente el rostro de Isabella, mientras caminaba por el parque rumbo a su clase de pintura. Llevaba bajo el brazo sus lienzos en blanco, mientras que de su hombro colgaba una bolsa de tela con su material. El parque era un remanso de tranquilidad en medio del caos urbano, que la invitaba a relajarse, además, el clima era tan agradable y tenía algo de tiempo; se dispuso a buscar la sombra de un árbol y aprovechar eso minutos libres. Se sentó sobre el pasto y apoyo su espalda en una de las grandes raíces que sobresalía de aquel árbol; se quitó las sandalias, para poder sentir la frescura del pasto entre sus pies y de su bolso saco un pequeño libro. Se relajo por unos instantes hasta que mirando la hora veía que ya era tarde para su clase.
Me shockea
1
0 turnos 0 maullidos
Patrocinados
Patrocinados