— Nada más que Gaudy leyó aquella carta que Reena le había enviado salió corriendo en busca de [DragonLady].

Tenía que hablar con ella urgentemente. Aquella espada, que ahora ella tenía en su poder, no era más que una parte del mismísimo Rey Demonio Shabranigdu.

Las palabras de Reena habían dado respuesta y sentido a todas las dudas que él tenía sobre aquella espada.

No sabía cuánto sabía Jade sobre Shabranigdu y no se consideraba el más experto en el tema, pero si Jade tenía dudas estaba dispuesto a responderle del mejor modo posible.

Al mismo tiempo si Saillune estaba al borde de la guerra, tal y como rezaba en aquella carta, el Imperio Elmekia entraría en batalla en defensa de Saillune, lo que significaba que su propio territorio natal también estaba al borde de la guerra y su familia en peligro.

Tenía que regresar y reunirse con Reena y los demás en Saillune y, probablemente, viajar después al Imperio Elmekia. —

¡Jade!

— La llamó nada más que la vio a unos metros de él. Corrió hacia ella y se detuvo. —

Es grave.

— No hubo más palabras. Simplemente le tendió aquella carta para que la leyera. —


[Carta:

Hola, Gaudy;

no sé dónde estás, ni cómo estás. Me hubiera gustado despedirme de ti antes de que te fueras pero nada ocurrió como ninguno de nosotros queríamos.

Creo que teníamos muchas cosas pendientes de las que hablar, en especial de esa espada: la Blast Sword.

Escuché lo que le explicaste a Xellos. Desde entonces he estado intentando averiguar cosas sobre esa espada y he logrado entender muchas cosas...

He descubierto que esa espada no tiene ningún mal, esa espada es el mal en sí mismo. Esa espada fue forjada por el Rey Demonio Shabranigdu con una escisión de su propio poder. Esa espada es un Mazoku, por eso eras capaz de herir demonios con ella, por eso no eras capaz de controlarla completamente y por eso estaba corrompiendo tu corazón. Te estaba llenando de odio.

Ahora sé que tú no fuiste culpable o, mejor dicho, no hiciste ningún daño intencionadamente, sino que fue esa espada; pero ya tendremos tiempo para hablar sobre esos asuntos.

Gaudy, te escribo porque Ameria ha recibido una carta de la Cancillería de Saillune. Al parecer el Príncipe Philionel está gravemente enfermo. Tengo la sensación de que le ocurre lo mismo que al Rey, pero no puedo asegurarlo hasta que no le veamos. Ameria debe tomar la Regencia de Saillune.

Al mismo tiempo, e ignoro si lo sabes, hay rumores sobre una guerra por parte de los territorios externos a la Barrera Mazoku en contra de Saillune y, por supuesto, también arrasarían el Imperio Elmekia y el Reino de Zephiria.

Nosotros estaremos en Saillune dentro de algo más de una semana. Por favor, reúnete con nosotros en Saillune.

Espero que estés bien.

Un fuerte abrazo,
Reena. »]







© de la imagen: [REENA].
— Nada más que Gaudy leyó aquella carta que Reena le había enviado salió corriendo en busca de [DragonLady]. Tenía que hablar con ella urgentemente. Aquella espada, que ahora ella tenía en su poder, no era más que una parte del mismísimo Rey Demonio Shabranigdu. Las palabras de Reena habían dado respuesta y sentido a todas las dudas que él tenía sobre aquella espada. No sabía cuánto sabía Jade sobre Shabranigdu y no se consideraba el más experto en el tema, pero si Jade tenía dudas estaba dispuesto a responderle del mejor modo posible. Al mismo tiempo si Saillune estaba al borde de la guerra, tal y como rezaba en aquella carta, el Imperio Elmekia entraría en batalla en defensa de Saillune, lo que significaba que su propio territorio natal también estaba al borde de la guerra y su familia en peligro. Tenía que regresar y reunirse con Reena y los demás en Saillune y, probablemente, viajar después al Imperio Elmekia. — ¡Jade! — La llamó nada más que la vio a unos metros de él. Corrió hacia ella y se detuvo. — Es grave. — No hubo más palabras. Simplemente le tendió aquella carta para que la leyera. — [Carta: Hola, Gaudy; no sé dónde estás, ni cómo estás. Me hubiera gustado despedirme de ti antes de que te fueras pero nada ocurrió como ninguno de nosotros queríamos. Creo que teníamos muchas cosas pendientes de las que hablar, en especial de esa espada: la Blast Sword. Escuché lo que le explicaste a Xellos. Desde entonces he estado intentando averiguar cosas sobre esa espada y he logrado entender muchas cosas... He descubierto que esa espada no tiene ningún mal, esa espada es el mal en sí mismo. Esa espada fue forjada por el Rey Demonio Shabranigdu con una escisión de su propio poder. Esa espada es un Mazoku, por eso eras capaz de herir demonios con ella, por eso no eras capaz de controlarla completamente y por eso estaba corrompiendo tu corazón. Te estaba llenando de odio. Ahora sé que tú no fuiste culpable o, mejor dicho, no hiciste ningún daño intencionadamente, sino que fue esa espada; pero ya tendremos tiempo para hablar sobre esos asuntos. Gaudy, te escribo porque Ameria ha recibido una carta de la Cancillería de Saillune. Al parecer el Príncipe Philionel está gravemente enfermo. Tengo la sensación de que le ocurre lo mismo que al Rey, pero no puedo asegurarlo hasta que no le veamos. Ameria debe tomar la Regencia de Saillune. Al mismo tiempo, e ignoro si lo sabes, hay rumores sobre una guerra por parte de los territorios externos a la Barrera Mazoku en contra de Saillune y, por supuesto, también arrasarían el Imperio Elmekia y el Reino de Zephiria. Nosotros estaremos en Saillune dentro de algo más de una semana. Por favor, reúnete con nosotros en Saillune. Espero que estés bien. Un fuerte abrazo, Reena. »] © de la imagen: [REENA].
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