Se ha despertado de sopetón, con taquicardia y empapada en sudor frío. Todavía no es del todo consciente de su entorno ni de que está despierta. Poco a poco se va dando cuenta de que tiene a Orochimaru frente a ella, y que ella misma blande el kunai que esconde bajo la almohada; el metal roza la piel del Sannin, tan clara que se percibe el finísimo hilo de sangre que causa la hoja.

En los ojos magenta de Himiko hay desconcierto y confusión; en la mirada viperina del Sannin, se aprecia temor. Sin embargo, la reacción de éste, es sostener con suavidad la muñeca de la kunoichi mientras le quita el kunai con suma lentitud.

Himiko se asusta momentáneamente...quiere pedir una disculpa, pero no es capaz de hablar. El Sannin acorta la distancia y se mete con ella en el futón.
Se ha despertado de sopetón, con taquicardia y empapada en sudor frío. Todavía no es del todo consciente de su entorno ni de que está despierta. Poco a poco se va dando cuenta de que tiene a Orochimaru frente a ella, y que ella misma blande el kunai que esconde bajo la almohada; el metal roza la piel del Sannin, tan clara que se percibe el finísimo hilo de sangre que causa la hoja. En los ojos magenta de Himiko hay desconcierto y confusión; en la mirada viperina del Sannin, se aprecia temor. Sin embargo, la reacción de éste, es sostener con suavidad la muñeca de la kunoichi mientras le quita el kunai con suma lentitud. Himiko se asusta momentáneamente...quiere pedir una disculpa, pero no es capaz de hablar. El Sannin acorta la distancia y se mete con ella en el futón.
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