*Un manto lleno de estrellas se posaba sobre el firmamento, en un lugar donde las residencias y calles llegaban a alumbrarse con pequeñas linternas echas de papel de arroz que solian colgarse en las puertas o adornaban el camino al caminar, dejaba ver aun asi aquel hermoso manto lleno de estrellas brillantes que los eruditos de aquella epoca solian contemplar y usar a sus fortunas o el del pais*
En las lejanas montañas de China, se hallaba una hermosa secta donde el joven Daozhang se encargaba de cuidar junto a su pareja y compañero de cultivo, nombrado segundo maestro, tambien poseian pocos discipulos, que cada mañana solian levantarse y atender los deberes de la secta, ademas de cuidar de la naturaleza y los pocos animales que tenían gracias a la bondad de la gente cercana, un pequeño huerto; a medio dia tenian las clases, esencialmente basadas en esgrima y lectura y caligrafia, dejando la tarde para sus deberes y poder cenar juntos antes de dejarlos descansar para el siguiente día.
Xiao Xingchen tenía ahora un lugar al cual regresar pues antes era un monje taoista que vagaba por el mundo haciendo lo mejor y librando a las personas de seres malignos.
Aun cuando seguía haciendolo, su mayor preocupacion era esa secta, sus discipulos.
Dejando un momento los deberes, aquella noche en particular dejo su caligrafia para dar un paseo por el jardin pequeño*
En las lejanas montañas de China, se hallaba una hermosa secta donde el joven Daozhang se encargaba de cuidar junto a su pareja y compañero de cultivo, nombrado segundo maestro, tambien poseian pocos discipulos, que cada mañana solian levantarse y atender los deberes de la secta, ademas de cuidar de la naturaleza y los pocos animales que tenían gracias a la bondad de la gente cercana, un pequeño huerto; a medio dia tenian las clases, esencialmente basadas en esgrima y lectura y caligrafia, dejando la tarde para sus deberes y poder cenar juntos antes de dejarlos descansar para el siguiente día.
Xiao Xingchen tenía ahora un lugar al cual regresar pues antes era un monje taoista que vagaba por el mundo haciendo lo mejor y librando a las personas de seres malignos.
Aun cuando seguía haciendolo, su mayor preocupacion era esa secta, sus discipulos.
Dejando un momento los deberes, aquella noche en particular dejo su caligrafia para dar un paseo por el jardin pequeño*
*Un manto lleno de estrellas se posaba sobre el firmamento, en un lugar donde las residencias y calles llegaban a alumbrarse con pequeñas linternas echas de papel de arroz que solian colgarse en las puertas o adornaban el camino al caminar, dejaba ver aun asi aquel hermoso manto lleno de estrellas brillantes que los eruditos de aquella epoca solian contemplar y usar a sus fortunas o el del pais*
En las lejanas montañas de China, se hallaba una hermosa secta donde el joven Daozhang se encargaba de cuidar junto a su pareja y compañero de cultivo, nombrado segundo maestro, tambien poseian pocos discipulos, que cada mañana solian levantarse y atender los deberes de la secta, ademas de cuidar de la naturaleza y los pocos animales que tenían gracias a la bondad de la gente cercana, un pequeño huerto; a medio dia tenian las clases, esencialmente basadas en esgrima y lectura y caligrafia, dejando la tarde para sus deberes y poder cenar juntos antes de dejarlos descansar para el siguiente día.
Xiao Xingchen tenía ahora un lugar al cual regresar pues antes era un monje taoista que vagaba por el mundo haciendo lo mejor y librando a las personas de seres malignos.
Aun cuando seguía haciendolo, su mayor preocupacion era esa secta, sus discipulos.
Dejando un momento los deberes, aquella noche en particular dejo su caligrafia para dar un paseo por el jardin pequeño*
0
turnos
0
maullidos