|| •Monorrol• ||

✤ Después de la conversación que la Sacerdotisa había tenido con Zelgadiss el día antes, a primera hora de la mañana Ameria se personó en el Ayuntamiento pidiendo, en nombre del Reino de Saillune, una audiencia con el Alcalde de Valle Sereno.

Aquel día no vestía su ropa habitual de guerrera, sino que iba vestida con un elegante vestido de seda en tonos blanco y rosa, unos delicados pendientes que adornaban sus orejas y, sobre su cabeza, brillaba una hermosa tiara.

Una vez que consiguió aquella audiencia con el Alcalde, fue llevada a una amplia y lujosa estancia. Allí, sobre un imponente sofá se encontraba el Alcalde custodiado por un par de guerreros, uno a cada lado de aquel sofá. ✤

- ¿En qué puedo ayudaros, señorita?

✤ dijo el Alcalde quien, por entonces, desconocía la identidad de Ameria. ✤

- Mi nombre es Ameria Wil Tesla Saillune. Soy Princesa del Reino de Saillune y segunda en la línea de sucesión al trono. En nombre de mi reino vengo a haceros una petición. Han transcurrido dos semanas desde que falleció en este mismo pueblo uno de nuestros amigos y mejores lugartenientes. Hace unos meses él solo libró, en una sola noche, a Valle Sereno del ataque de un numeroso grupo de licántropos, e incluso salvó mi vida cuando estuve a punto de fallecer bajo las fauces de aquellas bestias. Por favor, en nombre de mi Reino, le imploro que nos permita que los restos de nuestro amigo puedan descansar en paz en el cementerio de Valle Sereno.

- Sin duda es una triste noticia y desde este Ayuntamiento lamentamos profundamente la pérdida que ustedes han sufrido. Sin embargo, el terreno de nuestro cementerio está destinado a nuestros aldeanos. Las normas son estrictas. Lamento tener que declinar su petición, princesa Ameria.

✤ Ameria ya contaba con aquella respuesta, por lo que iba preparada para la contraargumentación. ✤

- Cuando ustedes estaban siendo asediados por esas bestias, pudimos mirar hacia otro lado y seguir nuestro camino; sin embargo, no abandonamos Valle Sereno hasta no estar seguros de que los licántropos habían sido exterminados de estas tierras. Mi motivación fue garantizar la buena relación entre su pueblo y mi reino, a base de la ayuda mutua. Mientras el resto de pueblos y ciudades miraron hacia otro lado, yo, como representante de Saillune, me quedé aquí a combatir sin importarme mi propia seguridad. En base a esa buena relación, le imploro que permita que nuestro amigo descanse en paz aquí.

✤ Y en ese instante, el rostro del Alcalde cambió. Una sonrisa suave apareció en su rostro y la tristeza inundó su mirada. Se puso de pie y observó a la sacerdotisa. ✤

- Tiene razón, Princesa Ameria. Saillune fue el primer y único reino que nos prestó ayuda cuando nuestros aldeanos estaban muriendo a manos de aquellas bestias. Ha llegado el momento de que Valle Sereno no mire hacia otro lado y devuelva ese favor. Tenéis mi permiso para que vuestro amigo pueda descansar en paz en nuestras tierras.





© Imagen: [Reena]
|⚜️| •Monorrol• |⚜️| ✤ Después de la conversación que la Sacerdotisa había tenido con Zelgadiss el día antes, a primera hora de la mañana Ameria se personó en el Ayuntamiento pidiendo, en nombre del Reino de Saillune, una audiencia con el Alcalde de Valle Sereno. Aquel día no vestía su ropa habitual de guerrera, sino que iba vestida con un elegante vestido de seda en tonos blanco y rosa, unos delicados pendientes que adornaban sus orejas y, sobre su cabeza, brillaba una hermosa tiara. Una vez que consiguió aquella audiencia con el Alcalde, fue llevada a una amplia y lujosa estancia. Allí, sobre un imponente sofá se encontraba el Alcalde custodiado por un par de guerreros, uno a cada lado de aquel sofá. ✤ - ¿En qué puedo ayudaros, señorita? ✤ dijo el Alcalde quien, por entonces, desconocía la identidad de Ameria. ✤ - Mi nombre es Ameria Wil Tesla Saillune. Soy Princesa del Reino de Saillune y segunda en la línea de sucesión al trono. En nombre de mi reino vengo a haceros una petición. Han transcurrido dos semanas desde que falleció en este mismo pueblo uno de nuestros amigos y mejores lugartenientes. Hace unos meses él solo libró, en una sola noche, a Valle Sereno del ataque de un numeroso grupo de licántropos, e incluso salvó mi vida cuando estuve a punto de fallecer bajo las fauces de aquellas bestias. Por favor, en nombre de mi Reino, le imploro que nos permita que los restos de nuestro amigo puedan descansar en paz en el cementerio de Valle Sereno. - Sin duda es una triste noticia y desde este Ayuntamiento lamentamos profundamente la pérdida que ustedes han sufrido. Sin embargo, el terreno de nuestro cementerio está destinado a nuestros aldeanos. Las normas son estrictas. Lamento tener que declinar su petición, princesa Ameria. ✤ Ameria ya contaba con aquella respuesta, por lo que iba preparada para la contraargumentación. ✤ - Cuando ustedes estaban siendo asediados por esas bestias, pudimos mirar hacia otro lado y seguir nuestro camino; sin embargo, no abandonamos Valle Sereno hasta no estar seguros de que los licántropos habían sido exterminados de estas tierras. Mi motivación fue garantizar la buena relación entre su pueblo y mi reino, a base de la ayuda mutua. Mientras el resto de pueblos y ciudades miraron hacia otro lado, yo, como representante de Saillune, me quedé aquí a combatir sin importarme mi propia seguridad. En base a esa buena relación, le imploro que permita que nuestro amigo descanse en paz aquí. ✤ Y en ese instante, el rostro del Alcalde cambió. Una sonrisa suave apareció en su rostro y la tristeza inundó su mirada. Se puso de pie y observó a la sacerdotisa. ✤ - Tiene razón, Princesa Ameria. Saillune fue el primer y único reino que nos prestó ayuda cuando nuestros aldeanos estaban muriendo a manos de aquellas bestias. Ha llegado el momento de que Valle Sereno no mire hacia otro lado y devuelva ese favor. Tenéis mi permiso para que vuestro amigo pueda descansar en paz en nuestras tierras. © Imagen: [Reena]
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