— Se encontraba bebiendo un hidromiel en una taberna de la periferia de Valle Sereno.

Su mente estaba sumida en pensamientos hasta que escuchó una conversación que estaban teniendo un grupo de personas detrás de él.

"Sí, fue una criaja enana, pelirroja y sin tetas. Iba con una criatura extraña."

"¿Pero qué pasó?"

"Provocó una enorme explosión dentro de la taberna de la esquina."

"¿En serio?"

"Jamás habíamos visto tanto poder concentrado en un cuerpo tan esquelético."

"Fue horrible. Parecía un demonio."

Zelgadiss dejó de escuchar aquella conversación, se bebió de un trago el hidromiel que quedaba en su vaso y, tras pagar, abandonó aquella taberna.

Una vez en la calle, caminó cuesta arriba hasta que llegó a la "taberna de la esquina", aquella de la que habían hablado aquellas personas.

Al llegar descubrió el local cerrado, pero con claras evidencias de haber sufrido una enorme explosión en su interior. —

Reena...

— murmuró en un susurro.

En ese instante se puso a caminar a paso rápido y se encaminó hacia el Templo en el que Reena estaba hospitalizada.

Cuando llegó se dirigió hacia la estancia en la que estaba la cama de Reena. Una amplia estancia con numerosas camas, algunas ocupadas y otras vacías.

Se dirigió hacia la de Reena y entonces lo vio cerca de ella: "la criatura extraña" pensó para sus adentros recordando las palabras de aquel grupo de personas.

Si tenía alguna duda a cerca de si esas personas hablaban de Reena, ya no tenía la más mínima duda. —

Supongo que la parte de que debes de descansar para recuperarte porque aún estás débil has preferido ignorarla.

— Comentó ignorando a Angel.

No estaba allí por los daños en la taberna. De hecho, lo que hubiera sucedido en la taberna no le importaba ni lo más mínimo, pero que Reena empeorase por una actitud rebelde sí le preocupaba más. —


Rol con [Reena] y Angel Dust



© imagen: [Reena]
— Se encontraba bebiendo un hidromiel en una taberna de la periferia de Valle Sereno. Su mente estaba sumida en pensamientos hasta que escuchó una conversación que estaban teniendo un grupo de personas detrás de él. "Sí, fue una criaja enana, pelirroja y sin tetas. Iba con una criatura extraña." "¿Pero qué pasó?" "Provocó una enorme explosión dentro de la taberna de la esquina." "¿En serio?" "Jamás habíamos visto tanto poder concentrado en un cuerpo tan esquelético." "Fue horrible. Parecía un demonio." Zelgadiss dejó de escuchar aquella conversación, se bebió de un trago el hidromiel que quedaba en su vaso y, tras pagar, abandonó aquella taberna. Una vez en la calle, caminó cuesta arriba hasta que llegó a la "taberna de la esquina", aquella de la que habían hablado aquellas personas. Al llegar descubrió el local cerrado, pero con claras evidencias de haber sufrido una enorme explosión en su interior. — Reena... — murmuró en un susurro. En ese instante se puso a caminar a paso rápido y se encaminó hacia el Templo en el que Reena estaba hospitalizada. Cuando llegó se dirigió hacia la estancia en la que estaba la cama de Reena. Una amplia estancia con numerosas camas, algunas ocupadas y otras vacías. Se dirigió hacia la de Reena y entonces lo vio cerca de ella: "la criatura extraña" pensó para sus adentros recordando las palabras de aquel grupo de personas. Si tenía alguna duda a cerca de si esas personas hablaban de Reena, ya no tenía la más mínima duda. — Supongo que la parte de que debes de descansar para recuperarte porque aún estás débil has preferido ignorarla. — Comentó ignorando a Angel. No estaba allí por los daños en la taberna. De hecho, lo que hubiera sucedido en la taberna no le importaba ni lo más mínimo, pero que Reena empeorase por una actitud rebelde sí le preocupaba más. — Rol con [Reena] y [Ange1Dust] © imagen: [Reena]
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