- Habían pasado varios días desde que había podido estar unos escasos minutos con Reena.
Desde entonces no había vuelto a tener noticias sobre la hechicera. Lo único que sabía es que aún no había abandonado el Templo en el que estaba hospitalizada.
Zelgadiss le había ordenado que se marchara, pero él era incapaz de hacerlo, no hasta que no supiera que Reena se había recuperado. No podía irse con la duda de si Reena saldría adelante o no.
Gaudy había estado buscando el modo de colarse en el Templo sin que le vieran, pero parecía que no se lo estaban poniendo fácil. Reena siempre estaba acompañada por alguien: Zelgadiss, Ameria o Envy eran los que se turnaban para no dejar nunca sola a Reena.
Así aquella mañana decidió salir en busca de la persona que tendría el suficiente corazón como para darle las respuestas que buscaba.
Cuando localizó a Ameria por una de las amplias calles de Valle Sereno se acercó a ella. -
Ameria, por favor, necesito hablar contigo.
...
© imagen. [Reena]
Desde entonces no había vuelto a tener noticias sobre la hechicera. Lo único que sabía es que aún no había abandonado el Templo en el que estaba hospitalizada.
Zelgadiss le había ordenado que se marchara, pero él era incapaz de hacerlo, no hasta que no supiera que Reena se había recuperado. No podía irse con la duda de si Reena saldría adelante o no.
Gaudy había estado buscando el modo de colarse en el Templo sin que le vieran, pero parecía que no se lo estaban poniendo fácil. Reena siempre estaba acompañada por alguien: Zelgadiss, Ameria o Envy eran los que se turnaban para no dejar nunca sola a Reena.
Así aquella mañana decidió salir en busca de la persona que tendría el suficiente corazón como para darle las respuestas que buscaba.
Cuando localizó a Ameria por una de las amplias calles de Valle Sereno se acercó a ella. -
Ameria, por favor, necesito hablar contigo.
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© imagen. [Reena]
- Habían pasado varios días desde que había podido estar unos escasos minutos con Reena.
Desde entonces no había vuelto a tener noticias sobre la hechicera. Lo único que sabía es que aún no había abandonado el Templo en el que estaba hospitalizada.
Zelgadiss le había ordenado que se marchara, pero él era incapaz de hacerlo, no hasta que no supiera que Reena se había recuperado. No podía irse con la duda de si Reena saldría adelante o no.
Gaudy había estado buscando el modo de colarse en el Templo sin que le vieran, pero parecía que no se lo estaban poniendo fácil. Reena siempre estaba acompañada por alguien: Zelgadiss, Ameria o Envy eran los que se turnaban para no dejar nunca sola a Reena.
Así aquella mañana decidió salir en busca de la persona que tendría el suficiente corazón como para darle las respuestas que buscaba.
Cuando localizó a Ameria por una de las amplias calles de Valle Sereno se acercó a ella. -
Ameria, por favor, necesito hablar contigo.
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© imagen. [Reena]
