Últimamente sus días transcurrían con monotonía, por alguna razón la rutina de había apoderado de ella. De alguna manera el enfrentamiento con Ian la había dejado sin ganas de nada, pues, se sintia atrapada en la situación donde ella solo era un peón más de un juego que no era el suyo.

Tal vez era más simple hundirse en su tristeza y la rutina simple, despertar, ir a la universidad, ir al trabajo (En el cuál casi no bailaba) y volver a casa.

Esa mañana camino a la universidad por alguna razón comenzó una suave lluvia que la despertó de su ensimismamiento tal vez volviendola a la realidad después de tantos días.

Se detuvo a disfrutar las gotas sobre su piel y el sonido que producía la lluvia al golpear el suelo.

Por increíble que parezca aquella simple situación la reconfortó en sobre manera, tenía que volver a tomar las riendas de su vida y sus decisiones sin importar lo que otros quisieran o como estás los afectarían.

Su mente de libero de aquella nube de pensamientos autodestructivos y continuo su camino a la universidad, solo que ahora de sentía diferente, aún empanada en agua, estaba feliz.

Un sonido llamo si atención, un pequeño mullido, busco en origen que aquella tierna duplica, no podía dejar que ese animalito se quedará solo bajo la lluvia. Lo encontro entre la hierba y las hojas de un árbol.

Era pequeño y adorable, con su pelaje blanco y algunas manchas café regadas por su cuerpo. La miro con ojos suplicantes para que lo llevará con ella.

Lo tomo en brazos, cubriendolo un poco con su ropa y corrió para refugiar ambos en la cafetería de la universidad.
Últimamente sus días transcurrían con monotonía, por alguna razón la rutina de había apoderado de ella. De alguna manera el enfrentamiento con Ian la había dejado sin ganas de nada, pues, se sintia atrapada en la situación donde ella solo era un peón más de un juego que no era el suyo. Tal vez era más simple hundirse en su tristeza y la rutina simple, despertar, ir a la universidad, ir al trabajo (En el cuál casi no bailaba) y volver a casa. Esa mañana camino a la universidad por alguna razón comenzó una suave lluvia que la despertó de su ensimismamiento tal vez volviendola a la realidad después de tantos días. Se detuvo a disfrutar las gotas sobre su piel y el sonido que producía la lluvia al golpear el suelo. Por increíble que parezca aquella simple situación la reconfortó en sobre manera, tenía que volver a tomar las riendas de su vida y sus decisiones sin importar lo que otros quisieran o como estás los afectarían. Su mente de libero de aquella nube de pensamientos autodestructivos y continuo su camino a la universidad, solo que ahora de sentía diferente, aún empanada en agua, estaba feliz. Un sonido llamo si atención, un pequeño mullido, busco en origen que aquella tierna duplica, no podía dejar que ese animalito se quedará solo bajo la lluvia. Lo encontro entre la hierba y las hojas de un árbol. Era pequeño y adorable, con su pelaje blanco y algunas manchas café regadas por su cuerpo. La miro con ojos suplicantes para que lo llevará con ella. Lo tomo en brazos, cubriendolo un poco con su ropa y corrió para refugiar ambos en la cafetería de la universidad.
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