-Lo sé, ese par de idiotas están llamando mucho la atención Señor... Pronto estaremos infestados de cazadores o peor aún , los repugnantes alados. ¿No lo creé?.

Aradia seguía acariciando al varón, usando sus artimañas para que él se encargará de los ineptos que su hermano había mandado a la tierra, agachándose un poco, llevó sus labios a unos milímetros de aquella oreja y susurro un par de palabras que quedaron en secreto en ambos. Regresó a la posición actual, pasando de nuevo las manos féminas en el cuello ajeno.

******Sus deseos son órdenes..-Dijo el hombre tomando la mano de Aradia y besándola de una forma obscena, la cual solo formó una curvatura en sus labios rojos.

El sujeto se levantó, dió medía vuelta y sonrió a la demonesa, desvaneciéndose en fuego, mostró una reverencia a la mujer, la fémina lo vio partir a su destino con un gesto placentero.

-Lo sé, ese par de idiotas están llamando mucho la atención Señor... Pronto estaremos infestados de cazadores o peor aún , los repugnantes alados. ¿No lo creé?. Aradia seguía acariciando al varón, usando sus artimañas para que él se encargará de los ineptos que su hermano había mandado a la tierra, agachándose un poco, llevó sus labios a unos milímetros de aquella oreja y susurro un par de palabras que quedaron en secreto en ambos. Regresó a la posición actual, pasando de nuevo las manos féminas en el cuello ajeno. ******Sus deseos son órdenes..-Dijo el hombre tomando la mano de Aradia y besándola de una forma obscena, la cual solo formó una curvatura en sus labios rojos. El sujeto se levantó, dió medía vuelta y sonrió a la demonesa, desvaneciéndose en fuego, mostró una reverencia a la mujer, la fémina lo vio partir a su destino con un gesto placentero.
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